“Se trata de Len Bias ¡Tienen que hacer que viva, vengan rápido por favor!” le transmitía su compañero de equipo Brian Tribble a Emergencias con una voz temblorosa. La noticia salía desde la habitación 1103 del Washington Hall. La promesa basquetbolística del elenco universitario de Maryland elegida 48 horas antes por los Boston Celtics en el Draft de la NBA, sentía como su sueño se desvanecía.

Bias había marchado de la casa de sus padres a celebrar junto a sus amigos el arribo a la elite del básquet mundial, producto de su esfuerzo y capacidad que llevaron a gran parte de la prensa a compararlo ni más ni menos que con Michael Jordan. Era una noche más, en la que sólo buscaba algo de diversión. Pero la vida tenía otros planes para “Frosty”, como lo apodaban de pequeño.

Años de sacrificio y talento se perdieron en ese cuarto. De un segundo a otro y producto de las drogas, un error propio de la juventud supo terminar en tragedia. El joven de Maryland caía al suelo producto de un ataque al corazón y convulsionaba.

Los presentes lucían abatidos, perplejos. Se preguntaban a si mismos que era lo que sucedía, pero permanecían inmóviles hasta que finalmente Tribble tomó el teléfono y pidió socorro sabiendo que su amigo lentamente desvanecía.

La esperanza basquetbolística de Red Auerbach, por ese entonces presidente de la franquicia de Massachusetts, jamás volvió a despertar. Minutos después de caer rendido al suelo, Emergencias lo trasladó al hospital más cercano en el que se hizo lo imposible por reanimarlo, pero ya era tarde. Toda una ciudad recibía la noticia y quedaba desconcertada por la pérdida.

La muerte de Bias provocó un impacto en la sociedad que procedió a que su determinación dentro de la cancha pasase a un segundo plano. Lo deportivo y lo social se hicieron uno y esos estupefacientes serían el centro de la escena desde ese 19 de junio de 1986.

De allí en más poco se habló de juego de este jugador. Tribble fue encontrado culpable por portación de cocaína y la madre de Len inició una campaña como activista en contra de las drogas y el uso de armas, que causó la admiración de todo un país y desencadenó dos años después con la promulgación de la “Ley Bias”.

Lo cierto es que la sociedad recordará a Len como un muchacho que quedó en el camino a ser un astro. Las primeras flores recibidas por su familia a nombre de Michael Jordan momentos después de la terrible noticia no hacen más que reflejarlo. Bias no llegó a cumplir su anhelo de jugar en la NBA, pero por más perturbador que suene, su muerte sirvió para que muchos sueños más no desvanezcan de la misma manera.