Era un partido de realidades semejantes. Por un lado los locales, Dallas Mavericks, que llegaban luego de dos derrotas consecutivas pero que, sin embargo, se encontraban séptimos en la Conferencia Oeste. Por el otro lado San Antonio Spurs que arribaba al American Airlines Center posterior a tres victorias al hilo que lo dejaban sexto en la misma conferencia.

Siempre este duelo es especial. Seguramente por la cercanía de ambos equipos, con sabor a clásico, pero además con el añadido de poseer ese gustito único y especial de dos dinastías que, constantemente, se eliminan en los duelos de PlayOff temporada tras temporada

En el comienzo Dallas no pudo hacer sentir el rigor de la localía. Uno de los duelos en esta etapa se encontraba en el poste bajo: Tiago Splitter primero frente al experimentado Dirk Nowitzk, y luego con uno de los mejores defensores de la NBA como es Tyson Chandler. El protagonismo de Kawhi Leonard para robar balones, ayudado con la buena efectividad y los tiros forzados de los locales, hicieron que la visita produzca un parcial de 11-0 y culminar el primer parcial: 29-17 arriba. Además, los conducidos por Gregg popovich no registraron pérdidas en este lapso.

El segundo cuarto comenzó con una ráfaga de triples en ambos lados. Rick Carlisle ajustó la defensa de su equipo y organizó el ataque de su equipo para acercarse a ocho. El encuentro entró en un duelo vertiginoso, donde predominó la ineficacia. Luego, en un partido dispar, de ida y vuela, con el añadido de un tiro de tres puntos y falta a Chandler Parsons hicieron que los locales se vallan al descanso 46-43 abajo.

El segundo tiempo marcó, aún más, la paridad en el juego. San Antonio obtuvo tres perdidas en poco más de dos minutos que las pagó un precio elevado: Dallas pasó al frente por segunda vez en el cotejo -la primera había sido al comienzo del mismo-, con un parcial de 8-0 y aventajarse 51 a 48. Las diez pérdidas de los Mavericks fueron aprovechadas por Leonard y compañía y hacer un partido palo a palo en ambos costados de la cancha. Luego, se vio el peor pasaje de los Spurs en todo el partido: Los últimos tres minutos de última docena. En ese lapso los locales, empujados por Monta Ellis, sacaron una luz de ventaja de diez puntos 76 a 66.

Los conducidos por Popovich seguían ahogados en su propio océano. De hecho, Dallas sacó la máxima de 17 puntos. Posterior, los Spurs siguieron peleando de abajo y, gracias a la efectividad de Danny Green (17 puntos) lograron achicar a seis la diferencia. No obstante, los Mavericks lograron reaccionar, Gregg tiró la toalla y sacó a relucir hasta lo más profundo del banco de suplentes. Nada iba a evitar la derrota de su equipo: 101-94.

La buena noticia para los argentinos fue la vuelta de Emanuel Ginóbili a las canchas luego de un esguince en su tobillo. El bahiense registró siete puntos, cuatro rebotes y tres asistencias en dieciséis minutos en cancha. El goleador fue Monta Ellis con 38 unidades en 39 minutos.

De esta manera, San Antonio registra en su feudo un récord de 44 victorias y 25 derrotas y se ubica sexto en la Conferencia Oeste. Por su parte,  Dallas Mavericks posee, ahora, un jugador con 10.000 rebotes: Dirk Nowitzki que lo ubica séptimo en esa conferencia.