Tras atravesar una temporada de lo más negativa para la franquicia de California, comandada por Byron Scott, llegó el día menos anhelado por los amantes de básquetbol: el último partido de Kobe Bryant con la camiseta de los Lakers. No es nada fácil imaginar playoffs sin la Mamba Negra, pero es realmente difícil suponer NBA sin Kobe.

Una estrella que caminó la senda de leyenda y que hoy en día está en las mejores páginas de la historia del básquet estadounidense, después de alcanzar la gloria en su máxima expresión, y de sufrir lesiones que lo alejaron del campo de juego en diferentes ocasiones, en la noche del miércoles, llevó a cabo su último encuentro frente a Utah en el Staples Center, como no debía ser de otra manera. Magic Johnson fue el encargado de llevar adelante la presentación.

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Dado el triunfo de Houston Rockets por sobre los Kings de Sacramento, Utah se quedó sin chances para clasificar a playoffs; empero, teniendo aún la posibilidad, todas las miradas se centraron en el conjunto vestido de amarillo y en el número 24.

Así fue dispuesto el parqué del Staples Center en honor a Kobe // NBA
Así fue dispuesto el parqué del Staples Center en honor a Kobe // NBA

Lo cierto es que Utah fue superior en cuanto a precisión, mientras que a los angelinos les costó encontrar el partido; comenzó un tanto tibio con varios tiros erráticos, incluso de la Mamba. Sin importar ello, sus compañeros y amigos, buscaron que sólo él se luzca. Los primeros puntos llegaron de las canastas de Hibbert.

A mitad del primer cuarto comenzó la noche de Bryant, quien con su primera canasta, le siguieron cinco tantos más. Lo que sólo era el comienzo de un emotivo final. En sólo 18 minutos, Kobe anotó 22 tantos, de los 60 totales; lo que demostró estar encendido en su última noche. Pero Hood y Hayward se encargaron de que llevar la delantera.

La segunda mitad siguió la tradición laker: un extremo indefenso que sirvió para que los Jazz de Utah hagan y deshagan, y así el marcador indicaba el liderazgo visitante. Kobe pasó a comandar la reacción angelina tras la conversión de 6 unidades al hilo. Y de eso se trató, de jugadas colectivas y los buenos pasajes del número 24, venciendo a Lyles.

Mack volvió a colocar los dobles dígitos de resta en el reloj al inicio del último período. Pero la dilatación frenó con buenas apariciones de los novatos. Sólo restaban 10’ para el sonido de la chicharra final, y la estrella de Los Angeles Lakers gozaba sus 40 puntos.

Black, Huertas y Clarkson volvieron a darle ilusión al conjunto de Scott, y abrirle paso a quien se retiraba, para que disfrute como si estuviera en el living de su casa; pero no sólo disfrutó él, sino todos los espectadores del partido.

A falta de sólo 30 segundos, un tiro por dos de la Mamba, invirtió el marcador en favor de los suyos por la mínima. Pero una oleada de protagonismo puro de Bryant con tiros de ambas distancias, bastó para que Los Angeles Lakers le arrebaten la victoria a los Jazz, que se mostraron apabullados y resignados. A 4 segundos, Kobe se despidió del campo de juego con 60 puntos, 10 más de los que le había pedido Magic antes de comenzar. Digno de una leyenda.

Tras el sonido final de la chicharra, todos acudieron al abrazo de la Mamba Negra: sus amigos, colegas, hijas… Y luego agradeció a  todos aquellos que lo acompañaron en su carrera, desde familia hasta aficionados, y finalmente manifestó lo feliz que fue al vestir estos colores, y lo feliz que es, al ser un laker fan.

Y fue así, que un 13 de abril Kobe nos dijo adiós a todos.