El local comenzó con el pie derecho: en cuatro minutos sacó diferencia de dieciséis (3-19). Los Celtics entraron dormidos al juego y se notó con el correr de los minutos (7 puntos en el cuarto). Atlanta repartió su goleo y se llevó cómodamente los primeros diez minutos 7-24.

En el segundo cuarto la visita empezó a reaccionar de a poco, pero no pudo remontar la gran ventaja que sacó Atlanta durante el inicio del partido. En la mitad del período logró achicar a diez (26-36), convirtió un doble más y volvió a desaparecer del juego. Los Hawks aprovecharon la recaída del conjunto de Brad Stevens y no frenaron con sus ofensivas: nuevamente cerraron el período arriba 28-43.

Volviendo del descanso largo, Boston salió de arremetida con Amir Johnson (dos dobles seguidos), Evan Turner e Isaiah Thomas, para intentar revertir la situación. Atlanta no aflojó, Jeff Teague se encendió (6 puntos) y junto con Paul Millsap dejaron al local 38-51 faltando 6m. Esta vez la visita no tambaleó en ataque, pero le jugó en contra los primeros diez minutos de partido, donde casi no existió en el parqué. Los Hawks no dieron ninguna bola por perdida y se quedaron con el cuarto 46-61.

Enseguida Atlanta arremetió en ataque en el último capítulo de la noche y en 3m quedó dieciséis arriba (51-67). Los Celtics buscaron la victoria pero con otra mentalidad, sabiendo que al partido le quedaba poco y no tenían grandes chances de revertir la historia. Los dirigidos por Mike Budenholzer no se relajaron en ningún momento y dejaron al público muy conforme llevándose la victoria por 89-72.

Kyle Korver (17 puntos y 7 rebotes) y Al Horford (17 tantos y 5 rebotes) fueron de lo mejor del conjunto local. Por el lado de Boston Isaiah Thomas aportó 16 puntos y Amir Johnson 14.

Ambos equipos se enfrentarán nuevamente el viernes, por el tercer partido de la serie, en el TD Garden.