Estos años tuvieron gran importancia para lo que es nuestra Selección. Pero en el año 2001 comienza la era más recordada por nuestra generación…

En Neuquén se llevó a cabo el Campeonato FIBA Américas, el cual fue propio de Argentina, y sin dudas gestó a lo que luego se llamó Generación Dorada. Pero lo relevante es que el conjunto nacional comenzó a reclutar jugadores que ganarían campeonatos y medallas en la mayoría de los torneos que disputaron, y que durarían más de una década, arrasando en cada parqué en el que estén. No cabían dudas de que Argentina estaba a la altura de ser la mejor a nivel internacional. A esta selección se la empezó a llamar Generación Dorada, dado a las medallas de oro, plata y bronce adquiridas con el tiempo. Esta generación de gran fama estuvo compuesta por jugadores de excelente categoría, como Emanuel Ginóbili, Pepe Sánchez, Fabricio Oberto, Luis Scola, Andrés Nocioni, Hugo Sconochini, Alejandro Montecchia, Carlos Delfino, Walter Herrmann, Leonardo Gutiérrez, Pablo Prigioni, y Rubén Wolkowyski, entre otros.

El año 2002 es un hito para la Selección Argentina. El 4 de septiembre los albicelestes derrotaron 87-80 a los Estados Unidos de América en el Campeonato Mundial de dicho año, disputado en Indianápolis. Los yanquis eran los favoritos, como en cada año, por la conformación de sus quintetos categóricos. Nuestra selección fue la primera en el mundo en derrotar a los estadounidenses, que constituían su planilla con jugadores de la NBA. Sin embargo, Argentina terminó segunda tras la derrota en la final frente a Yugoslavia, 84 a 77 en tiempo suplementario. Empero, la historia aún no termina de escribirse. A la selección soñada le quedaba gritar campeón.

Pero la revancha para la Generación Dorada se dio dos años después, cuando en Atenas se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos, en los cuales, la selección de Magnano logró lo más importante en la historia del básquet argentino: la medalla de oro. En ese entonces Argentina formó parte del Grupo A con Serbia y Montenegro, España, Italia, China y Nueva Zelanda.

Con un doble de Emanuel Ginóbili, el alma de la Generación Dorada, Argentina le gano a Serbia, campeón del mundo, y estas imágenes siguen en el recuerdo argentino:

Finalizó tercero tras lograr tres victorias y dos derrotas, pero se aseguró la clasificación a la próxima ronda, en la que se medió y logró un contundente triunfo, ante la Grecia anfitriona. El paso siguiente fue la eliminación, nuevamente, de los Estados Unidos, que se integraba por jugadores de la NBA. De esta manera, Argentina es la única selección en el mundo que derrotó dos veces a una selección de Estados Unidos compuesta por jugadores de la NBA. En la final, el conjunto argentino debió medirse ante Italia, sobre la cual logró el triunfo más anhelado: 84 a 69 y se consagró campeón olímpico.

A poco de su debut en la selección nacional, Manu Ginóbili fue elegido el MVP, tras un promedio de 19.3 puntos por partido, 4.0 rebotes y 3.25 asistencias. Además logró obtener un poco más del 70% de efectividad en dobles, y poco más del 40% en triples.

Quien comandó a esta plantilla exitosa y querida por todos, desde el año 1999 hasta el 2004, fue el cordobés Rubén Magnano, sucedido por Sergio Hernández.

Fue así que la Generación Dorada comenzaba una era que, hoy en día es recordada con una gran sonrisa por todos los ciudadanos argentinos, y con la ilusión de ver a algunos de ellos en el parqué vistiendo aún la celeste y blanca.

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