Argentina disputó su partido 47 desde su debut en los Juegos Olímpicos. Este año se llevan a cabo en Río, y el Alma arrancó de manera óptima esta nueva edición.

Luego de derrotar de manera contundente a Nigeria, el básquet masculino argentino inicia su camino al sueño olímpico, y por supuesto está presente el anhelo de revivir Atenas 2004, o bien, Beijing 2008. Sin embargo, esto recién arranca pero como bien dijo Manu luego del encuentro, “el equipo superó sus propias expectativas”.

El partido empezó y terminó para Argentina, que lo jugó todo  con una intensidad admirable. Jugaron los 12 basquetbolistas seleccionados, y todos ingresaron al parqué con un gran nivel de confianza.

El quinteto inicial estuvo compuesto por Laprovíttola, Nocioni, Ginóbili, Garino y Scola, y ni bien sonó la chicharra, el cotejo fue acompañado de cánticos de la hinchada argentina. El Alma arrancó muy bien ganando 8-0, lo que obligó el primer tiempo muerto de Nigeria. Sin embargo, poco podrían hacer, ya que la diferencia en el tanteador se fue dilatando cada vez más. Los africanos se mostraron muy erráticos; a poco del final del primer período Nigeria logró su primer triple después de cinco intentos.

El cuarto segundo abrió puerta olímpica a Argentina que aumentaba su confianza en el campo de juego. Con un bombazo de Facu Campazzo a la distancia, diez eran los tantos (15-25) que separaban a los argentinos de los africanos. En una ida y vuelta la albiceleste hacía y deshacía en su esquema de juego con pocas, pero justas indicaciones de Oveja. Con un triple de Manu se amplió la diferencia (22-38), siendo la máxima hasta el momento. Sin más, el primer tiempo se escapaba en favor del territorio sudamericano por 31-50, con Campazzo como goleador con 14 puntos, seguido de Ginóbili con 12.

La segunda mitad arrancó con una Nigeria ya resignada ante el resultado parcial. A poco de comenzar Argentina se distanció un poco más y el marcador indicaba que quedaba un cuarto y medio para que los de África equilibren su punto débil, la defensa y los tiros a distancia, pero el ritmo argentino los desgastó. Un buen pasaje permitió un parcial de 6-0 que derivó en un tiempo muerto pedido por Hernández, empero, Argentina seguía liderando, y con buena distancia. Los argentinos convirtieron once de los veintiún triples intentados.

Ya el último período demostraba que la albiceleste estaba con todo. Poco dejaron a relucir su cansancio, lo que no sucedió con los nigerianos. Se completó la planilla con el ingreso y debut olímpico de Nico Brussino, quien supo pelear su lugar en esta ¿nueva? Generación Dorada, supliendo a Manu que se fue con 12 unidades. Con veinte tantos de diferencia (59-79), los de Hernández cerraron el partido, a pesar de que restaban minutos. Tan sólo quedaban 120 segundos para el final, y Facu Campazzo seguía concentrando la mirada argentina: 19 puntos y 5/7 en triples. El tiempo continuó y se trató de una acción albiceleste y una respuesta  de Nigeria, pero la campana sonó y entre cánticos de la hinchada argentina, el equipo saludó y con una gran sonrisa se retiró del parqué.

Tras el triunfo, Manu hizo mención al apoyo que recibió el equipo: "me sorprendí de ver tanta gente apoyándonos. Me sentí bárbaro. Me quedé sin pilas pero el equipo estuvo brillante".

Scola, nuestro abanderado, también dijo unas palabras luego del encuentro: “hay que ir paso a paso. Hoy jugamos bien. Hay que ver el próximo partido. Estoy contento”.

El próximo encuentro de Argentina será el martes contra Croacia, a las 22:30 hs. 

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