Con este triunfo las puertas al sueño olímpico siguen abiertas. Argentina debió enfrentarse a Croacia, un rival duro que supo sacar provecho desde las distancias. Pero nuevamente, el Alma sacó a relucir su defensa, siendo cada vez más efectiva con el transcurso de los partidos. A tan sólo un paso para poder concretar la pisada al camino de la máxima gloria.

Con el marcador en cero y con un estadio repleto de argentinos que no dejaron de alentar en ningún momento, se dio inicio al segundo partido en estos Juegos Olímpicos. Los primeros tantos fueron de Manu, y luego el parqué tomó temperatura para que los croatas y argentinos disputen las idas y vueltas en el tanteador. Los de Oveja tuvieron un comienzo trastabillado. Cuando los de Europa se impusieron 7-2, Garino se encargó de la marca a Bogdanovic y Bilan no generó peligro alguno. Desde ese momento, los sudamericanos pudieron encontrarle el ritmo al partido y comenzó el verdadero básquet. Buenas ráfagas de la combinación Scola-Garino, conllevaron a que Argentina lidere, pero la ofensiva croata fue muy difícil de controlar. Ingresaron al segundo cuarto con la igualdad en 22, pero Deck y Laprovíttola se adjudicaron el protagonismo y comandaron a los suyos en busca de ser los mejores del encuentro. Y así fue. Pero si bien Argentina logró mantener cierta dilatación en el marcador, bastaron errores mínimos para que Croacia le pise los talones. Empero, la conclusión del primer tiempo fue buena para los argentinos, ya que con un triple de Scola y un tiro de Delfino, se retiraron al descanso 46-40.

El segundo tiempo fue neto para Argentina. Tras cinco tantos de Facu Campazzo, falta técnica a Simon y tiro de Manu, Argentina tomó ventaja por doce unidades. Ese momento se trató de equipos opuestos: la albiceleste totalmente enchufada en busca de terminar de manera óptima la noche de martes, mientras que los croatas todavía no habían encontrado su nuevo esquema de juego.  Con buena intensidad e inteligencia, los de Hernández mantuvieron buena diferencia y comenzaba a apostar por los triples reiterados. Así, Luis Scola convirtió el suyo y el marcador indicó 61-43 en favor argentino. A esta buena actuación le siguieron errores en la selección americana, con pérdidas y faltas, pero la firmeza fue tal que se recompusieron al instante, cerrando el anteúltimo cuarto en 73-54.

Mientras la tribuna cantaba y arengaba haciendo sentir a los jugadores como en casa, salieron por el último período, y por ende, el definitivo. Ahora bien, los de Croacia cambiaron el rumbo y su efectividad e intensidad cambió notoriamente, mientras que los argentinos bajaron un tanto las revoluciones. El desgaste físico era visible, por lo que los croatas tomaron ventaja tras un parcial de 13-2. Entre idas y venidas, Manu hizo su aporte y con un triple alejó aún más la pisada europea, que no dejaba de deslumbrar con la gran actuación de Hezonja, que se convirtió en una pesadilla para los argentinos.

La respiración en el estadio se entrecortó cuando la ofensiva croata, de la mano de Saric, achicó la distancia a tan sólo cuatro puntos restando un minuto de juego. Argentina aguantó y una brillante actuación de Scola le dio la confianza suficiente a los argentinos de que la victoria estaba asegurada.