Nada estaba dicho hasta el momento en que la naranja se puso en juego. Estados Unidos, por un lado, siempre fue el favorito a obtener la máxima dorada, mientras que del lado rival, Argentina alimentó sus anhelos a través a la historia que se dio en Atenas 2004.

Sin más, al finalizar en la cuarta posición, la selección nacional debió medirse ante el poderoso Estados Unidos de Durant y George. Pero como se dijo anteriormente, nada podía sentenciarse sin que se desarrolle el cotejo.

Con una hinchada argentina agónica de fondo, la chicharra sonó y fue Argentina quien lideró gran parte del primer cuarto, llegando a tener una ventaja de diez unidades (9-19), haciendo uso y goce de las acciones erráticas de los norteamericanos. Sin embargo, la ofensiva yanqui se fue encendiendo de a poco de la mano de fuego de Durant, mientras que Campazzo vencía a Irving en el extremo defensivo. Pero los errores tienen un precio muy alto. Y de eso se trató el segundo cuarto. Argentina bajó el brillante inicio y las ilusiones se fueron esfumando. Con un parcial de 18-2, Estados Unidos tomó la delantera y nunca volvió la celeste y blanca a colocarse por delante. El recambio elegido por el Oveja no logró achicar la diferencia, y el rival sacó 8 puntos más al parcial. El siete argentino cortó la racha que vapuleaba a los suyos, pero para ese entonces el período era netamente yanqui que no dejaba de golpear con su efectividad a los argentinos. Mucha imprecisión e indecisión se vio en los de azul, que acortaron la distancia a 16 tantos, para retirarse al descanso largo (56-40).

El segundo tiempo arrancó de manera más efusiva para ambos conjuntos, más allá de que Estados Unidos era el dueño del tanteador. Kevin Durant, la figura del encuentro, abrió el tercer período con dos triples, para alejarse por 21. Tanto el ataque como la defensa norteamericana fue superior en todo momento, y Argentina sólo respondía a los buenos pasajes del rival, intentando seguir un ritmo muy difícil, potenciado por estrellas de la NBA. Fue un minuto a minuto en donde los errores se pagaron, y cada avance yanqui terminó en puntos.  La diferencia se fue dilatando hasta una máxima de 27 unidades (58-85), para concluir en 26 el cuarto (61-87).

No siempre la gloria significa ganar. Parte de la Generación Dorada, como el Chapu y Manu, disputaban su último cuarto con la selección argentina. Con gran mérito y con mucho orgullo se disputó cada pelota, mientras en el fondo la gente no dejaba de alentar.  A poco más de siete minutos, USA lideraba 91 a 65, y lo único que restaba era jugar al básquet y despedir parte de nuestra leyenda en el deporte. Con Laprovíttola, Brussino, Garino, Deck y Acuña en cancha, el juego se tornó un poco más dinámico y la intensidad yanqui aflojó. Pero los minutos pasaron y USA se alejaba de las posibilidades argentinas. Con la sentencia dictada antes de tiempo, al campo de juego ingresaron Ginóbili, Delfino, Nocioni y Scola para despedir la generación más importante de nuestro básquet, la Generación Dorada. Entre emociones y cánticos, la gente reconoció la grandeza que había en el parqué. Sin más, la chicharra sonó y todos los argentinos se envolvieron en lágrimas, pero con la frente en alto.

Hasta la próxima Chapu y Manu

Tras años de disfrute en la selección nacional, y luego de la caída ante USA en Cuartos de Final de los JJOO, ambos jugadores dieron a conocer a través de las cámaras que fue su último partido con la celeste y blanca.

"Fue mi último partido con la camiseta Argentina. Es la hora de los jóvenes", declaró el Chapu después de anotar 12 tantos, emocionado y orgulloso de haber defendido la camiseta.

"La verdad que son muchas sensaciones. Fue un placer jugar con Manu. Ha sido increíble. Fue nuestro último partido juntos. En algún momento tenía que terminar. Nos dimos el gusto de jugar otro torneo más juntos. Esto tiene que seguir".

Leyenda argentina // DoctorNBA

Manu, quien convirtió 14 unidades, se emocionó al finalizar el encuentro, intentó contener las lágrimas, pero no pudo. Eso significó el quiebre para más de uno… "Quería que sea lo más discreto posible y no pude. Fue muy emotivo. Estoy contento", declaró, dejando en claro que ya no se sentía con la edad suficiente para dejar todo por la selección argentina, y que si bien jugará con los Spurs una temporada más, da un paso al costado. 

“Fue un placer, acá no tienen nada que agradecerme, la pasé muy bien fueron años espectaculares, experiencias increíbles y lo hice con mucho gusto. Fue un enorme placer".

Leyenda argentina // Axel Becker

Lo que hicieron en los últimos 14 años no se borrará del Alma de ningún argentino. ¡Gracias!