Con un cierre casi para el infarto en su última temporada, salvándose en su última presentación y peleando mano a mano con Lanús, Boca y Ferro, Quilmes intentará comenzar como terminó, con una victoria frente a su peor enemigo: Peñarol. Este viernes, desde las 20, comienza a picar la naranja y allí se renovarán las ilusiones.

Muchos son los cambios para esta 2016/2017. Empezando por su cabecilla, Leandro Ramella dejó de ser su técnico y en su lugar estará Javier Bianchelli. También se alejaron jugadores importantes: su capitán, Maximiliano Maciel, Diego Romero, Luis Cequeira y su súper estrella Walter Baxley. Tampoco continuarán Fernando Calvi y Alejandro Spalla. Varios de ellos por una circunstancia económica, teniendo en cuenta los problemas de presupuesto a la hora de afrontar la Liga.

Este nuevo plan consiste en darle oportunidades a las promesas del club. La más importante es Luca Vildoza, que disputará su última temporada en la entidad antes de partir hacia el Baskonia de España. Además sumó a Erick Flor de San Lorenzo e Iván Basualdo de Obras Sanitarias. Para que sea eso posible, la dirigencia optó por incluir experiencia con Diego Cavaco, Enzo Ruiz, que se fue a mitad de temporada pasada pero volvió para quedarse. Ariel Eslava, interno con enormes pasos por Europa y Liga Nacional, la incorporación de Olumuyiwa Famutimi y nuevamente Ivory Clark por tercer año consecutivo.

En su puesta a punto, Quilmes disputó dos partidos amistosos para buscar rodaje. Ambos los jugó fuera de casa. El primero en el sur de la provincia de Buenos Aires frente a Temperley y el segundo en Capital Federal, ante el último campeón. No pudo conocer el triunfo y sufrió la caída por 90-83 ante el recién ascendido al TNA y por 86-57 frente a San Lorenzo de Almagro. Una buena medida para corregir fallas y elevar la vara en un nuevo inició de competencia.