Éste jueves por la noche Golden State buscaba aprovechar su localía para seguir estirando su gran momento a 13 victorias al hilo. Sin embargo, en frente estaba un Houston que no sólo suponía un duro obstáculo, sino que también acabó con su racha. Un triunfo para el conjunto texano, en doble suplementario, por 132-127 puso un freno al líder del oeste.

En una noche muy caliente por el arbitraje, James Harden fue la figura al lograr un triple-doble. La Barba sumó 29 puntos, se quedó con 15 rebotes y además repartió 13 asistencias para la victoria de su equipo. Del otro lado Draymond Green estuvo muy condicionado por los jueces, más allá de su doble-doble con 20 unidades y 15 recobros. Stephen Curry y Klay Thompson no fueron justamente los más certeros al combinar un total de 13 lanzamientos anotados contra 42 tomados para 28 y 15 tantos respectivamente. En tanto Kevin Durant lideró la carga con 39 puntos.

Houston arrancó enfocado de la mano de Harden. La Barba encaró al aro tanto para anotar como generar espacios para su equipo, que consiguió una racha de 13-4 en los primeros tres minutos. Allí fue cuando Kerr pidió un tiempo muerto y ajustó el marcaje local. Con un activo Kevin Durant en ambos lados de la cancha, además de la carga ofensiva de Draymond Green, Golden State logró un parcial de 13-3 para pasar al frente (17-16).

Desde entonces se dio un tramo parejo en donde ambos equipos estuvieron certeros en ataque. El dueño de casa no fue tan certero como está acostumbrado desde lejos, mientras que Houston tuvo los buenos ingresos de Gordon y Dekker para cerrar el primer período al frente 32-30.

Si bien la visita siguió firme en ataque a partir de buenas apariciones de sustitutos y la misma carga de Harden, al equipo de D’Antoni se le olvidó subir la intensidad en ataque. Más allá de una ventaja en el inicio del segundo parcial, Houston perdió lo construido cuando Golden State empezó a ser consistente en ataque. Sin embargo, algunas malas decisiones de los árbitros descolocaron al local y allí fue cuando Houston arremetió para irse al descanso arriba 64-59.

A la vuelta de los vestuarios se dio el pasaje más bajo en cuanto a anotación. El buen marcaje de los de D’Antoni no permitió a los Warriors entrar en ritmo desde lejos, forzándolo a jugar desde media y corta distancia. Durant fue el más consistente con cinco puntos, mientras que Curry necesitó de nueve lanzamientos (de los cuales acertó tres) para aportar ocho unidades. Del otro lado los Rockets tampoco estuvieron en un gran momento ofensivo, aunque Harden fue certero con su penetración y Capela aportó en la pintura (86-82).

En el último cuarto, se dio un juego de rachas. Primero fue Houston en conseguirla a partir de los buenos aportes de sus suplentes, mientras que luego Golden State montó un 7-0 para igualar la historia en 97. En un flojísimo momento para Harden en la anotación, La Barba se enfocó en los pases para un Ryan Anderson que sumó 10 puntos al hilo para mantener vivo a su equipo. Del otro lado el encare de Kevin Durant también fue importante para ir a la línea y mantener la igualdad en 113 que llevó el juego al primer tiempo suplementario.

Curry abrió el overtime con un And 1 y luego clavó un gran triple, mientras que (tras un doble de Anderson) Durant la volcó para la máxima ventaja del suplementario (121-116). Rápidamente Houston arremetió con Anderson y un triple de Gordon estableció la igualdad en 121. Dekker le dio la ventaja a la visita, pero un doble de Thompson igualó la historia en 123 para ir a un nuevo suplementario.

Después de casi dos minutos sin anotaciones, Harden abrió el marcador con un triple y desde entonces Houston mostró una marca pegajosa que le permitió cerrar el partido desde la línea (132-127).