Casí como una obligación ineludible y de orgullo argentino de trascender en el espectro sudamericano, Weber Bahía Basket abrochó una clasificación ante, nada más y nada menos, que Deportivo Valdivia (el supercampeón chileno y local) por 99 a 64. Poco le importó al equipo dirigido por Sebastián Sepo Ginóbili la presión que significaba el hecho de que Hebraica y Maccabi de Uruguay haya sacado boleto, en forma anticipada, a la siguiente fase , al salir victorioso ante San Simón de Bolivia por un holgado 88 a 72.

Lo cierto es que la jovialidad bahiense, que dejaron de ser promesas del básquet argentino para convertirse en una esperanza en concreto, fueron de menor a mayor durante el desarrollo del torneo. Esta vez, el identikit del equipo para contrarrestar a los rivales continentales de grupo, fueron: la intensidad, defensa a presión y un contraataque feroz que sepultó las ilusiones de Valdivia. Entre los puntos altos de Bahía Basket figuran: el corpulento y maciso Anthony Johnson (parecido en contextura a la bestia griega Sofoklis Schortsanitis) quien anotó 16 unidades y 8 rebotes; luego en el séquito de goleadores estuvieron Juan Pablo Vaulet con 12 puntos, Máximo Fjellerup terminó con 18 y Lucio Redivo fue la atracción de la noche con 24 puntos.

La juventud basquetbolística argentina fue más que el oficio chileno. Valdivia contó en su quinteto titular con el goleador histórico e implacable Erik Carrasco, Fernando Shuler, con el rendidor Durrell Summers, Stanley Robinson y el nigeriano Ike Okoye.

La performance del plantel argentino fue: una derrota 74 a 68 contra Hebraica y Maccabi; victoria ante San Simón 78 a 63 y la resonante clasificación obtenida ante Valdivia.

A modo de perlita, los goleadores del grupo "B" de la Liga Sudamericana estuvo constuida por Durrell Summers (promedió 25,5 puntos), luego le sigue el francotirador Leandro García Morales con 23,0 y en la tercera colocación Lucio Redivo con 20 unidades de media.

Los mejores momentos del partido