Contrariamente a los partidos disputados contra Atenas e Instituto, el partido, dentro de los basamentos generales, no fue de lo mejor de los dirigidos por Silvio Santander. Es que fue un encuentro realmente basado en una paridad que, por momentos, fue infranqueable e inclaudicable. Las defensas de ambos equipos se combinaron y chocaron para dar orígen a un "score" bajísimo. Las imprecisiones y la falta de contundencia de ambos se llevaron los flashes de la primera mitad.

Libertad de Sunchales fue un digno rival de la Fusión habida cuenta de los embates que pudo generar, a partir de los triples de Vildoza, un Alloati por momentos incisivo, un Gary Flowers que hizo su aporte y el de Sebastián Vega (exQuimsa) quien se destacó por su aporte en defensa y con algunas penetraciones durante la segunda mitad. Nada se asemejaba a ese equipo que enfrentó a Olímpico en el Vicente Rosales, pero claro siempre se manejó con ese distintivo de Facundo Muller: complicar en todo momento al oponente y venderle cara la derrota.

Por su parte, Quimsa fue de menor a mayor en el juego, tal vez en estas circunstancias fue vital el aporte de sus individualidades, resumidas en Luciano González y Alexis Elsener. El gran aporte del legendario Robert Batlle, quien tuvo que luchar ante el titán Miguel Ruíz (jugador del seleccionado venezolano), un Fabián Sahdi que demostró suficiencia para el traslado de la pelota. Tristan Spurlock se llevó la ovación de la noche, al realizar dos tapas que hizo levantar a todos los hinchas santiagueños.

A sabiendas de que recién comienza la temporada, sería injusto calificar, de manera terminante, el rendimiento del juego en general. Cuando los partidos son "chivos", a veces es importante acudir a las mejores armas para concretar el triunfo.