Boca y River no se sacaron ventajas

En el encuentro de ida de la semifinal, el Xeneize y el Millonario igualaron 0-0 en la Bombonera, en un partido donde se trabó más de lo que se jugó. Definen en siete días, en el Monumental.

Boca y River no se sacaron ventajas
La imagen del partido: Maidana arremetiendo contra Calleri. Mucho fricción y poco fútbol (FOTO: TyC Sports).
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Por Nicolás Diz

El Superclásico más importante de Sudamérica llegó al fin. Un enorme recibimiento de los hinchas Xeneizes que le dieron un marco imponente a La Bombonera, a la espera de un espectáculo deportivo digno de un Boca - River.

En un comienzo de partido, Boca comenzó mucho mejor, presionando y ganando la pelota en mitad de cancha, tocando, generando. River arrancó el Superclásico impreciso, sin poder enviar el balón a campo contrario y cometiendo varias infracciones cerca del área de Barovero.

Cuando el Millo recuperaba la posesión, no sabía cómo administrarla. El Xeneize estaba mejor parado, pero  tampoco sabía cómo generar situaciones de riesgo para el arco adversario.

Pasaron varios minutos de transición, pelotas divididas, bajando la intensidad el local y sin peligro hasta que a los 22´se animó a darle al arco Fernando Gago, sin marca, fuerte pero sin problemas para Marcelo Barovero.

Del lado de Núñez, solo insinuaciones en el área, pero a los 29´ una buena jugada colectiva del Millo terminó en los pies de Leonardo Pisculichi, que se la cedió con maestría a Gio Simeone, que se iba mano a mano pero no la pudo capturar.

Juan Manuel Martínez tuvo que irse a los 30 minutos de juego por una falta que le hizo Vangioni a principio de partido, por lo que ingresó el chileno José Fuenzalida.

No pasaba nada en el partido, hasta que a los 40´ una falta de Ponzio dio inicio a un tumulto en la mitad de cancha. Mucho trabajo para Silvio Trucco para controlar los hilos del encuentro, que se tornaba áspero.

Final de un primer tiempo donde no hubo llegadas nítidas de gol, tan solo centros frontales y diagonales que no llegaron a buen puerto.

En el complemento, el dueño de casa salió más decisivo y al minuto nomás un centro llovido al área de Barovero derivó en un error de cálculo de Trapito que casi se capitaliza en gol. 

La visita continuaba con nerviosismo, acumulando más amonesatciones (Vangioni, Ponzio y Funes Mori) y obsequiando pelotas paradas para Boca, que por esa vía  los 3´ del ST lo tuvo de cabeza el Cata Díaz, a las manos del guardameta riverplatense.

Boca apretaba el acelerador: mala entrega de Funes Mori, anticipo de Gago para Andrés Chávez, que se metió al área, fusiló a Barovero, ue tapó en dos tiempos ante la arremetida de Pintita. Se lo notaba más pleno al local, mientras que la visita solo apostaba a movimientos de Pisculichi, desmarques de Sánchez, cambios de frentes de Rojas, todo por medio de pelotazos.

Sin embargo, a los 11´Rojas se metió al área, centro atrás, la capturó Sánchez y se la dio a Teo, que en el área chica y marcado ensayó un taco, apenas afuera. Primer aviso del Millonario.

A los 18´ del complemento Marcelo Gallardo puso en cancha a Lucas Boyé, que entró por Gio, con poca actividad en ataque. El encuentro tenía más dinámica pero Orion y Barovero eran espectadores de lujo. Todo era protesta y simulación.

Corrían los minutos y River seguía aculando amonestaciones (Teo, Sánchez Maidana), mientars que el Vasco Arruabarrena, que veía al equipo más entero físicamente, sacó a calleri y puso a Emmanuel Gigliotti, que en su carrera le marcó cuatro goles a la Banda (en cuatro equipos distintos).

A los 29´ entró Germán Pezzella por Maidana, amonestado y totolamente fusilado. Dos minutos más tarde, Piscu resolvió con clase un pase a Boyé, se tiró la diagonal pero no pudo resolver bien el remate al arco. River jugaba al contragolpe, pero jugando al límite de sus capacidades motoras.

En los minutos finales, con la entrada de Augusto Solari, River se acordó de jugar y arremetió al Xeneize con desbordes por derecha, pero con los delanteros muy marcados.

Al minuto 46, Gago ganó de pelota parada y casi conecta el gol, tras centro de Nico Colazo. Y Boca dispuso de un tiro libre en la puerta del área en el último minuto, pero le dio Chávez y terminó en la barrera. Ninguno pudo quebrar el cero.

En el análisis, Boca fue más y contó con las mejores oportunidades. La mala noticia es que no pudo ganar de local. De la vereda de River, una faceta desconocida, combativo y con mucha fricción (terminó con siete amonestados), sin mostrar su fútbol. El Millo no perdió, pero no pudo convertir de visitante, con todo lo que eso significa y antes de la revancha tiene que jugar contra Racing para definir el torneo y con el cansancio a cuestas.