Llegó el momento, mañana a las 17 horas es el momento de la verdad. Chilenos y argentinos se enfrentarán en un vibrante duelo de figuras mundiales. De un lado Claudio Bravo, Arturo Vidal y Alexis Sánchez; por el otro Lionel Messi, Sergio Agüero y Javier Mascherano, quienes dejarán a más de uno con el corazón en la mano.

Para esta final, Jorge Sampaoli, dejó de lado su corazón blanquiceleste, y asumió su responsabilidad como técnico del conjunto trasandino. "Es un evento deportivo que me obliga estar vinculado a un país que me eligió como entrenador, más allá de saber que soy argentino. Estoy ilusionado que Chile salga campeón y es innegociable, más allá de mi nacionalidad. La ilusión del cuerpo técnico es que salgamos ganemos", reveló.

En conferencia de prensa, Sampaoli dejó en claro cómo se vive la cuenta regresiva para este gran duelo, que pueda significar el primer título oficial para la Roja. "Son horas previas interminables y quiero que el partido empiece ya. Por suerte es a las cinco y el ciclo de preparación está terminado, sólo falta la charla final. Se hace bastante largo y tenemos pláticas continuas o debates y discusiones que tienen que ver con pequeños detalles. Desde nuestra ansiedad podemos comunicar alguna cosa que se nos ocurra", manifestó.

"La planificación del partido va a variar con lo que haga el rival o el sistema que ocupe. En manera de estilo, no se cambiará lo que viene haciendo Chile, que es ganando en tenencia de balón, mayor comportamiento en campo rival y teniendo ocasiones de gol. La gran capacidad de Argentina es innegable, y si no imponemos el estilo nos hará sentir el peso de la equivocación. No creo que los nombres propios modifiquen nuestro esquema, pero nos obliga a organizarnos de mejor forma y estar atentos los noventa minutos", aseguró Sampaoli, sobre el planteo de juego de amos equipos para la final.

Para concluir, el entrenador de Chile contó que se vive este gran presente en tierras trasandinas, a la espera del choque con la Argentina de Messi y compañía. "Son momentos especiales y vamos a jugar una final con un país convulsionado y esperanzado. Tenemos una selección que viene en gran momento y con grandes jugadores. Hay rasgos emocionales que nos hacen pensar que la espera aumenta cada día y a veces se frena ante el análisis del rival de turno. Son momentos diferentes y estás esperando que llegue el partido para ver cómo responde este grupo, que ha hecho un esfuerzo enorme. Ojalá que tengamos un buen día y hagamos un espectáculo digno por lo que viene haciendo este grupo en su forma", cerró, con mucha esperanza en sus declaraciones.

Mañana es el día, y todo Chile esperará que de una vez por todas, la Roja grite campeón.

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Sobre el autor
Jonathan Fernandez
del Circulo de periodistas deportivos: José R. Pájaro.