El seleccionado rojo disputará nuevamente un Mundial. Con un plantel prácticamente renovado y un viejo conocido entrenador, la Unión Soviética intentará mejorar la imagen dejada hace cuatro años en España.

El fútbol en la Unión Soviética no es nada nuevo. Los más antiguos registros que se tienen sobre la práctica de este deporte en el territorio provienen de la época de los últimos reyes zares, cuando en 1877 un grupo de ingleses formaron un equipo en las afueras de Moscú. Sin embargo, a pesar del interés político por fomentar esta actividad, recién en 1946 el seleccionado de la URSS se unió a la FIFA. Desde entonces, el fútbol ha tenido un proceso con buenos y malos momentos, sin demasiados trofeos pero con mucha pasión.

El camino a México

El Ejército Rojo disputará su sexto Mundial de Fútbol luego de haber clasificado de manera relativamente cómoda. Sin embargo, el recorrido que transitó para llegar a tierras mexicanas, con cierta holgura, fue muy duro.

El comienzo del sueño mundialista fue decididamente malo. Si bien es cierto que jugó de visitante las tres primeras fechas, el seleccionado soviético no logró ganar ante rivales muy inferiores y obtuvo una derrota frente a Irlanda (0-1) y dos empates contra Noruega (1-1) y Suiza (2-2). El resultado fue distinto cuando, en la cuarta fecha, 85.000 personas apoyaron al equipo. Una aplastante victoria por 4 a 0 a Suiza fue la primera muestra de la fortaleza como local del conjunto rojo.

La segunda mitad de la clasificación empezó con el pie izquierdo al caer en Dinamarca por 4-2 contra el sorprendente equipo que tiene a Michael Laudrup como principal figura. Sin embargo, en las últimas tres fechas consiguió puntaje ideal venciendo al conjunto danés 1 a 0, al irlandés 2 a 0 y al noruego 1 a 0, todos como local.

La Unión Soviética terminó segunda en su grupo con cuatro triunfos (todos como local), dos empates y dos derrotas, con actuaciones muy destacadas como la de Oleg Protasov y la de Georgi Kondratiev, dos juveniles que demuestran que este renovado plantel está para grandes cosas, para superar lo hecho cuatro años atrás.

Mejorar lo realizado

Este es el objetivo que se plantea el entrenador Valery Lobanovsky. En el mundial realizado en España, el comienzo fue ajustado para el conjunto soviético ya que consiguió pasar de ronda gracias a la diferencia de gol. Integró el grupo 6 junto al superpoderoso Brasil, Escocia y Nueva Zelanda. El Rojo cayó derrotado frente al sudamericano por 2 a 1, venció al oceánico por 3 a 0 y empató con el europeo 2 a 2. A pesar de haber quedado igualado en puntos con Escocia, los goles convertidos en la segunda fecha le permitieron llegar a la siguiente fase.

En la segunda ronda de esa Copa Mundial de 1982, se cruzó con Bélgica y con Polonia, quien luego ocuparía el tercer lugar. Conquistó una victoria frente a los belgas pero luego empató contra los polacos, quienes por diferencia de gol se clasificaron a las semifinales. Hasta ahí llegó el conjunto soviético.

Renovación casi total

De los 22 jugadores que viajaron hace cuatro años a España, solamente ocho volverán a vestirse la camiseta roja en tierra azteca. Entre ellos se destacan el arquero Rinat Dassaev, quien atajó en los cinco partidos del Mundial 1982 y, muy probablemente, vuelva a ser titular en México; y el histórico delantero de 34 años Oleg Blokhin, quien ya es una eminencia del fútbol soviético y ahora disputará su último mundial.

De la nueva camada, los jóvenes más sobresalientes son Oleg Protasov e Igor Belanov. El primero por su excelente rendimiento en las eliminatorias marcando cinco goles en ocho partidos. El segundo está pasando un excelente momento en su club, Dínamo de Kiev, siendo una de las piezas más importantes del actual bicampeón del fútbol soviético. 

El entrenador Valeriy Lobanovskyi tomó las riendas del seleccionado este año para disputar el mundial siendo su tercer mandato como director técnico de la Unión Soviética. La Federación decidió por la experiencia del nacido en Kiev encargándose de competiciones importantes. Lobanovskyi consiguió una excelente medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1976. Sin embargo, no logró la clasificación a la Eurocopa de 1976 y 1984.

El plantel

Arqueros: Rinat Dassayev, Viktor Chanov y Sergei Krakovski.

Defensores: Vladimir Bessonov, Aleksandr Chivadze, Gennadi Morozov, Aleksandr Bubnov, Oleg Kuznetsov y Nikolai Larionov.

Volantes: Iván Yaremchuk, Pavel Yakovenko, Aleksandr Zavarov, Andrei Bal, Gennadi Litovchenko, Sergei Aleinikov y Vasili Rats.

Delanteros: Oleg Blokhin, Sergei Rodionov, Vadim Yevtushenko, Oleg Protasov e Igor Belanov.

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