Argentinos Juniors perdió por primera vez en el torneo. Esto podría pasar por desapercibido, si el resultado no fuera el que fue: 4-0. Se complica, por ende, encontrar un porqué al tan abultado resultado, sabiendo de los antecedentes en el torneo. 

 La primera que se viene a la cabeza, es la de las bajas, y obviamente, el inadecuado reemplazo de las mismas. Será difícil encontrar otra. Es que el Bicho perdió a pilares del equipo, parte de la columna vertebral. Y lo padeció.

 Ledesma, en el medio campo, era el equilibro entre defensa y ataque, complementándose con Gaspar. Agüero, pese a la destacable faceta defensiva que lleva a cabo cada vez que le toca jugar, no tomó decisiones en ataque, y tampoco pesó en el mediocampo mientras gestaba Huracán.

 Increíble que el hincha haya tenido que extrañar a Torrén, pero así fue. Flores  jugó un partido para el olvido, reemplazando a Matricardi, que hoy jugó de líbero, en el stopper derecho. Toda la movida resultó en un desastre. La línea del fondo durmió en más de una ocasión, y salió mal al offside.

 Garré es, en mi opinión, la baja que más se sintió. Por el costado de Gimenez, el encargado de sustituirlo, llegaron todos los ataques del Globo. Ni marcó en campo propio, ni fue opción clara en ataque. El ex-Almirante Brown venía siendo de los más regulares del equipo, y no jugó por la expulsión.

 En ofensiva, algo faltó. Es adjudicable la culpa también a las bajas. Néstor Gorosito se vio obligado a meter mano antes y durante el equipo. La lesión de Franzoia dejó un espacio, que el DT intentó reemplazar con Lenis adelante, y Álvarez en una banda, un plan que fracasó. Cabral intentó enderezar al equipo, tarde, y Castillejos fue opción pero le llegó poco y nada.

 En síntesis, el equipo extrañó a sus pilares, y le faltó la rebeldía que tuvo ante Estudiantes. Así como también le faltaron alternativas ante las bajas, y el resultado negativo. Ojalá que no pierda el hilo de los primeros cinco partidos.