De no creer. El Arse ganaba cómoda y merecidamente el encuentro, y alcanzaba su tercera victoria consecutiva, pero no perdonó más de la cuenta y lo termino lamentando. Todo en un partido que pintaba para un triunfo tranquilo del local, pero el fútbol no se trata de méritos, sino de concertaciones.
El encuentro era fundamental para ambos equipos. Arsenal venía de ganar de visitante y quería quedarse con los tres puntos en casa, para encarar una futura pelea por los promedios. En cambio Atlético, apostaba a mejorar la cara luego de la última derrota frente a Unión.
Durante los primeros minutos, el Arse salió decidido a presionar en el mediocampo, ya postar a jugar por las bandas para buscar la cabeza de sus dos delanteros: Silva y Rasic. Pero fue otro jugador quien se llevó los flashes y abrazos de sus compañeros. En una jugada preparada en un tiro de esquina, Zaldivia entró sólo por el segundo palo, y fusiló al joven Werner, quien debutaba en primera, e hizo gritar a todos los hinchas, y también a Leo Astrada, que de reiterados reproches fue expulsado por Echenique.
A partir de ahí, Arsenal se hizo dueño de la pelota y de la situaciones, pero siempre falló en la última jugada. Y de tanto perdonar, lo terminó lamentando. Es que el correcto ingreso de Guillermo Marino, mejoró el juego de la Crema, y de una pelota parada, el ex Boca y Newell´s empató el duelo cuando nadie lo esperaba.
Pese a ingreso de López y Caneo, Caruso Lombardi no pudo terminar festejando al igual que frente a Temperley. Este empate deja con sabor a poco en Sarandí, donde aún no pueden creer como se escaparon esos puntos. Por el otro lado, La Crema vuelve feliz a Rafaela, ya que debe sumar la mayor cantidad de puntos posibles hasta el final del torneo, para no complicarse de cara al futuro.