Arsenal de Sarandí buscó, trató de dar pelea, pero los resultados y la suerte no estuvieron de su lado. Cambios de dirección técnica, lesiones, figuras que decidieron continuar su carrera en otro club, y hasta la mala suerte a la hora de convertir fueron todos los condicionantes que llevaron a los del Viaducto a terminar esta campaña con 27 puntos, sin entrar en ninguna liguilla y con la decepción de no haber alcanzado los 30.

Los ojos siempre están puestos en el lugar que está el entrenador Ricardo Caruso Lombardi, por lo que su llegada en mayo de este año dio que hablar y puso los focos, al menos por unos días, en el conjunto de Sarandí. Desde su llegada el equipo mejoró levemente, bajo su dirección consiguió la primera victoria de visitante y la hazaña de ganar dos partidos seguidos. Entre tanta incertidumbre, buenos resultados para un equipo golepado.

El equipo, irregular en todos sus sectores. No logro destacar a una figura en particular. Tal vez en algunos partidos aislados, el goleador Santiago Silva -que tampoco ha tenido una buena temporada- pudo destacarse en ciertos momentos. A tono con el equipo, tuvo un torneo disparejo, incluso teniendo la racha negativa de nueve partidos sin convertir.

Tampoco la suerte los acompañó en las Copas, tanto en la argentina como en la sudamericana, los del Viaducto volvieron a casa tras la primera fase. En la primera fue eliminado por el conjunto que milita en la B Nacional, Guaraní Antonio Franco en Formosa por un marcador de 2 a 1. En lo que respecta al plano internacional, fue derrotado por Independiente de Avellaneda, en un encuentro que fue eliminado por la diferencia de gol visitante (1-1).

Una temportada extraña, con la sensación de que se puede lograr mucho más, pero que hacen falta refuerzos para encontrar el estilo de juego que dé como resultado, un balance favorable para los del Arse.

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