El equipo del Viaducto no tuvo una formación que lo caracterizara y que funcionara con regularidad. Los cambios de técnico afectaron a la no posibilidad de encontrar un conjunto que pudiera mantenerse a lo largo de las fechas, sobre todo la llegada de Ricardo Caruso Lombardi, que fue quien probó con distintas sociedades en el medio campo e incluyó en la plantilla a hombres de su propio interés y conocimiento, como Miguel Caneo, a quien había dirigido en su paso por Quilmes.

Defensa:

Arsenal recibió 43 goles a lo largo del torneo, sumados a dos por la Copa Argentina y dos en su participación en la Copa Sudamericana, lo que da como resultado un promedio que supera el gol por partido. La defensa no se caracterizó por ser sólida, en la primera parte del torneo Damián Pérez quizás fue el más destacado, quien emigró a Vélez para el complemento del certamen. Tampoco fue una defensa que colaboró en el gol, sólo dos jugadores de este sector marcaron, Sarulyte y Zaldivia, uno cada uno, además del gol de Gastón Esmerado de penal, el día de su retiro.

El arquero Esteban Andrada tuvo un torneo bastante irregular. Fue reemplazado por Alejandro Limia en pocas ocasiones, generalmente por lesión. Tuvo grandes intervenciones, muchas veces decisivas, en las que se pudo ver la calidad de aquel arquero que supo atajar en el seleccionado sub 20. Pero también estuvieron presentes los errores grandes, infantiles, salidas arriesgadas que no supo resolver. Como fue mencionado antes, el promedio de más de un gol por partido no es nada favorable para quien defiende los tres palos de Arsenal.

Mediocampo:

Este sector de la cancha fue el que sufrió más variaciones durante el torneo, en el afán de buscar ese juego que el Arse nunca encontró de manera definitiva. Iván Marcone fue el referente del mediocampo, titular en la mayoría de los partidos exceptuando las lesiones que sufrió a mediados de la segunda parte del campeonato. Las llegadas de Federico Lértora y Miguel Caneo, aportaron fluidez al mediocampo, generando juego, pero no lograron establecer una sociedad concreta entre ellos, ni con los delanteros. Arsenal sigue en busca de ese creador, que pueda desiquilibrar y destrabar aquellos partidos difíciles.

Ataque:

El gol tampoco fue la especialidad de los de Sarandí. El goleador fue Santiago Silva, con 7 tantos, 3 desde el tiro penal. El delantero no tuvo regularidad en la conversión, estando hasta nueve fechas sin marcar. Luego le siguen Ramiro Carrera con 3, al igual que Federico Rasic. La tarea de hacer goles no es fácil si no se cuenta con buenos asistidores, por lo que delanteros de Arsenal recurrieron a las pelotas paradas y al error del rival más que a las jugadas colectivas. La falta de definición también fue un defecto, desperdiciando muchas ocasiones de gol a lo largo del campeonato.

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