Deportivo Capiatá venció en La Bombonera a Boca Juniors 1-0 en la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. El joven club paraguayo, con sólo seis años de vida, llegaba a este encuentro con la aspiración de hacer historia y logró cumplir la ansiada hazaña.

El partido arrancó con un Boca que quería ponerse el rótulo de dominador. Manejaba la pelota y jugaba en campo contrario. Capiatá se paró bien y molestaba la circulación de los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena y cuando tuvo la redonda en su poder, intentó tratarla suavemente. Sin embargo, el elenco paraguayo no podía frenar a Andrés Chávez, quien demostraba ser más fuerte que todos y se las arreglaba para exigir al arquero rival y figura del encuentro, Antonio Franco. El guardameta, primero, le negó la definición con una rápida salida en un mano a mano y luego se calzó las alas para ahogarle el grito al delantero.

Cuando el telón estaba próximo a cerrarse, un centro proveniente de un córner encontró el fortuito desvío en el cuerpo de Lisandro Magallán, que descolocó al arquero xeneize, Agustín Orión, y selló el valioso gol de visitante para Deportivo Capiatá. Con pocos minutos por delante, el dueño de casa fue a buscarlo y lo tuvo: primero con un cabezazo de Jonathan Calleri que obligó a una volcada de Franco y después con un gran tiro de Gonzalo Castellani desde afuera del área que, nuevamente, exigió la potencia en las piernas del arquero paraguayo para elevarse y su elasticidad de hombros para sacar la pelota del ángulo. Con poco, Capiatá se iba al vestuario de La Bombonera en ventaja.

El segundo tiempo siguió con los mismos roles. La diferencia radicó en la desesperación de los xeneizes y en la calma de los descorteces invitados a La Boca, quienes no mostraban complejos de equipo ofensivo. Cuando la alarma sonaba, Franco la silenciaba. Se destacó con un mano a mano que le contuvo a Marcelo César Meli y con una tapada a Calleri tras un centro atrás de Chávez. Sin demostrar muchas más virtudes que la disciplina y la entereza mental, Deportivo Capiatá se llevó el triunfo más resonante de su corta historia como club, un 1-0 en casa de Boca Juniors, que para colmo, lo deja en una situación ventajosa en la llave que designará a uno de los cuartofinalistas de la Copa Sudamericana.

El gol: