Otra vez frente a frente. Cara a cara. Como en el 2004, como en el 2014. Como siempre, como todos los años. Con esas místicas y clásicas camisetas que los diferencian completamente. Pero ahora en una instancia especial, donde no se enfrentaron nunca: Sudamericana.

Sí lo hicieron en la otra competencia continental de clubes, la Libertadores, con el mejor recuerdo para los hinchas de Boca y el peor para los de River. La inolvidable semifinal que terminó con definición sobre los penales en un Monumental colmado por hinchas del Millo, después de que Tévez festeje con su "gallinita" y sea expulsado y Nasuti dándole el empate global al local por 2 a 2.

El historial en torneos internacionales, al igual que el general, favorece al Xeneize, que ganó en 10 oportunidades, perdió en 6 e igualó 8 veces.

Pero ni la historia ni el presente son claves para definir este tipo de encuentros. Los Superclásicos son paralelos a la realidad. Otra cosa. La suerte está librada al azar y nadie puede especular con algún resultado.

En el azul y amarillo, ya resignados por el campeonato local, a seis de, justamente, River, van con todo a la apuesta de la Copa Sudamericana. Luego dejar atrás a Rosario Central, de darle vuelta el resultado a Capiatá en Paraguay y golear a Cerro Porteño en el global, Arruabarrena colocó todos suplentes en la pasada fecha del Torneo de Transición, que le costó un empate para bajarse definitivamente de la pelea.

Con toda la carne al asador y un sistema ofensivo para lograr la mayor ventaja en la ida, el Vasco pondrá en cancha a Orión en el arco; una defensa de cuatro con Marín y Colazo por los laterales derecho e izquierdo, respectivamente, y a Cata Díaz y Forlín como la dupla central; en el medio, todos 'cincos': Meli, Erbes y Gago; mientras que en la delantera, el Burrito Martínez, que le ganó la pulseada al chileno Fuenzalida, acompañará a Chávez y Calleri.

En la vereda de al frente, River se mantiene ilusionado en ambos frentes. Puntero en el fútbol argentino, con 33 unidades y escoltado por Racing, con uno menos, su próximo rival, perdió muchos puntos claves para alejarse aún más desde que se concretó que jugaría la semifinal frente a Boca: empató con Vélez y Olimpo y, en el medio, perdió el invicto tras ser derrotado por Estudiantes de local. En la Copa, después de superar a Godoy Cruz en la primera fase, superó con facilidad a Libertad de Paraguay y se le complicó con el Pincha, aunque pudo pasar.

De un estilo propio y con los jugadores que quería poner, Gallardo recuperó a Sánchez (ayer jugó solamente la primera parte con la camiseta de Uruguay) y a Teófilo, liberado por Pekerman antes de que Colombia juegue su segundo amistoso de la fecha FIFA.

De esta manera, el Muñeco saldrá al campo con el arco custodiado por Barovero; línea de cuatro defensiva integrada por Maidana y Funes Mori en el medio y Mercado, por derecha, y Vangioni, por izquiera, a los costados; en el mediocampo la única duda, Ponzio o Rodríguez, el primero corre con ventaja por la experiencia, acompañado por las bandas por Sánchez y Rojas; y Pisculichi hará la función de enganche para entrelazar el centro con la delantera, integrada por Giovanni Simeone, quien entró al once a último momento debido a que Rodrigo Mora sufrió una apendicitis, y Teófilo Gutierrez.