Como en todos los veranos, como en todos los inviernos. Las etapas de transición de un torneo a otro, el cual el pasado fue el último corto, generan cierta expectativas en el hincha que quiere ver a siempre a nuevos jugadores que den más por la camiseta, consternado por la pálida imagen que dejaron sus posibles futuros compañeros.

Entre tantas idas y vueltas, en los pasillos de Casa Amarilla siempre suena un apellido distinto. Y ni hablar de los medios o las redes sociales, promotoras principales de los refuerzos que nunca llegan. Uno de ellos, el más discutible entre hinchas del mismo o de otro club, es Juan Román Riquelme, ídolo de Boca que fue barrido por la dirigencia a mitad de año, obligándolo a buscar un nuevo rumbo en la B Nacional.

“Riquelme conmigo no vuelve”, señaló el Presidente xeneize en FOX Sports, para avisar que el retorno del 10 será imposible hasta que la cúpula cambie. Y agregó: “No hablo más de Riquelme, yo me tengo que ocupar por los jugadores que están en Boca”.

Quien asiste a la Bombonera, siempre se acuerda de Angelici, pero de mala manera. Con silbidos, cánticos hacia algún enemigo suyo o en contra directa hacia él, el amante de la azul y oro parece estar en desacuerdo con los directivos. “En 2015 podrán elegir a quién quieren como Presidente de Boca. Tengo un año y me votaron 11 mil socios”, manifestó el Presidente.

Para cerrar su diálogo con 90 Minutos, otros nombres que sonaron como posibles refuerzos de la Institución fueron los que se hicieron presentes. “Hicimos una oferta por Casco”, confesó Angelici sobre el lateral de Newells, ya concretada la incorporación de Pablo Pérez, y con los ojos centrados en un jugador que posiblemente pueda arribar. Y desmintió otros tres casos que, a priori, parecían imposibles: “No hay chances de que vuelva Tévez y es muy difícil que lleguen Osvaldo y Denis”.