Es un equipo humilde de Uruguay, pero producto de buenas actuaciones a lo largo del 2014, Montevideo Wanderers- club fundado en 1902- accedió a la Copa Libertadores de América 2015. Este jueves será rival de Boca en lo que va a significar la segunda participación de ambos equipos en el certamen internacional.

Hoy en día el bohemio es dirigido por Alfredo Arias. Actualmente el equipo se encuentra en la posición número doce del torneo uruguayo y viene de empatar en uno frente a River Plate.

Los uruguayos ya arribaron al país y con los once confirmados: Leonardo Burián, Alex Silva, Gastón Bueno, Paulo Lima, Maximiliano Olivera, Santiago Martínez, Jonathan Rodríguez, Diego Riolfo, Joaquín Verges, Nicolás Albarracin y Gastón Rodríguez. Entre estos nombres, debemos considerar el ingreso tanto del volante Jonathan Rodríguez por el suspendido Colombino como de Joaquín Verges por Mascia.

Desde abajo y hacia arriba, el arquero, con 31 años de edad, aporta al plantel la experiencia necesaria para afrontar este tipo de partidos. En la zaga central, cuenta con un jugador de altura como es el brasileño Alex Silva de 1, 94 metros. Gastón Bueno es otro con presencia y con más de un metro ochenta también compone la defensa uruguaya. En el medio, Arias cuenta con un desequilibrante Diego Riolfo. Jugó en el Huelva de España y tiene 25 años. Va a ser una pieza clave a la hora de cruzar la mitad de cancha.

Uno de los jugadores más jóvenes del plantel es Nicolás Albarracín, que con 21 año tiene además de la nacionalidad uruguaya, la italiana. Será una suerte de armador en el equipo que busca sorprender en territorio argentino.

Si bien Montevideo Wanderers no cuenta con un poderío ofensivo importante, es un equipo aguerrido que, como todo equipo uruguayo, sabe  agrandarse en las situaciones adversas. No saldrá a proponer desde el arranque. Viene de ganar frente a Zamora y un empate sería un cómodo resultado para un equipo que, definitivamente, es una de las cenicientas del torneo. La presión la tendrá Boca y si no abre el partido rápido, puede llegar a tener serias dificultades contra un equipo que, a priori, quiere robarse un punto de la Bombonera