Comenzando la temporada, se afirmó por la gran mayoría que Boca Juniors poseía el plantel más rico de la Argentina, tanto en cantidad como en calidad. Esas comparaciones se hacen siempre mirando principalmente hacia los equipos de Primera División, supuestamente más  poderosos que los de divisiones menores. Sin embargo, la Copa Argentina, desde su reinstauración, viene dando sorpresas y hoy no fue la excepción.

Si bien Boca le ganó al más que humilde Huracán Las Heras de Mendoza, que juega en el Torneo Federal B, lo anecdótico está en el esfuerzo que requirió dicha victoria. ¿El resultado final? 2-0, el mismo por el que el Xeneize superó, por ejemplo, a River Plate en el Torneo Julio Humberto Grondona. Claramente, el Globo no se achicó.

La posesión final de la pelota es casi Cruyffiana para el equipo de Rodolfo Arruabarrena: 75%-25% a favor; esta suerte de adjetivo se lo debemos a la famosa "Posesión 74" que instauró el mítico Johan Cruyff en sus equipos, modelo fielmente seguido por el Barcelona de España, con Xavi Hernández como exponente máximo. Esa posesión, además, se transformó en buen juego: Boca llegó el triple de veces que su rival y siempre de forma clara, pero no contundente.

Si miramos a la otra mitad del campo, encontramos a un equipo que salió decidido a dar pelea y, de ser posible, llevarse un resultado histórico a su localidad esta noche. Así es, mientras el club de la Ribera puede descansar y volver en vuelo chárter recién comenzado el jueves, los jugadores de Las Heras viajan esta misma noche a Mendoza en un micro de larga distancia: deben volver a la vida del trabajador en la mañana. Una clara descripción de la diferencia entre estos dos equipos.

Con tanta comparación al mejor estilo "David y Goliat", se podría esperar una diferencia acorde en el marcador a lo largo de todo el juego, pero no fue así. Justamente, David fue David durante 80 minutos, aguantando con el alma los envíos xeneizes y elevando a su arquero Emir Basabe como figura indiscutible. 

A pesar de todo esto, tal vez la presión fue demasiada para el portero y ese título de jugador del partido se convirtió en un peso que lo llevó a salir mal y muy lejos intentando cortar el avance de Jonathan Calleri tras un pase magistral de Daniel Osvaldo. Fue el mismo ex All Boys quien, tras desparramar al Turco Basabe, centró para que la cabeza rollinga del ítalo-argentino desnivelara el encuentro.

El gol fue un golpe más que duro para los mendocinos, que intentaron una hazaña que ya superaría incluso lo heróico, buscando volver a llevar el partido a los penales. Ese afán los llevó a descuidar la zaga y Marcelo Meli logró asistir a Andrés Chávez, que liquidó el pleito con un gran zurdazo. 

Ahora, con este desahogo tras casi un mes sin ganar, Boca puede pensar en Vélez Sarsfield y olvidarse de la Copa hasta el partido por 16° contra Banfield. Huracán, por su parte, ya comienza a pensar en lo que será el regreso a casa: los recibirán como héroes.