"Me cortaron las piernas", dijo Diego Maradona el 30 de junio de 1994, luego de haber dado doping positivo por efedrina. Uno de los días más tristes en la historia del fútbol argentino, por la ilusión que había de obtener un nuevo título a nivel mundial y, sobre todo, porque Argentina perdía por 15 meses al mejor jugador de la historia. El dolor y la desazón fue enorme... Sin embargo, él volvería a las canchas a dibujar con su zurda. Él volvería al club de sus amores.

Su regreso se dio en tierras lejanas, pero los hinchas se entusiasmaban con verlo jugar en la Bombonera. Seúl fue espectador de lujo en la vuelta de Maradona a Boca. El 30 de septiembre de 1995, luego de un paso como DT por Deportivo Mandiyú y Racing, y una exitosa carrera en Europa; Diego volvía a calzarse la casaca azul y oro, en un amistoso entre el Xeneize y la Selección de Corea del Sur. El resultado fue un anecdótico 2-1 a favor del conjunto argentino, con goles de Carlos Mac Allister y Sergio Manteca Martínez para el equipo dirigido en aquél entonces por Silvio Marzolini.

Su debut de forma oficial se hizo esperar un poco más. Sin embargo, Diego ya tenía la mente puesta en Boca y los hinchas se ilusionaban a más no poder con la chance de ver al mejor jugador de la historia con la camiseta xeneize. Aunque, pese a tener al Diez en cancha, al conjunto de la Ribera no le fue tan bien en el torneo como se esperaba (terminó en la cuarta posición del Clausura de 1995).

En diálogo con Olé, Maradona recordó su regreso al Xeneize y aseguró que "daría un brazo" por volver a jugar un partido con la camiseta de Boca.

“Yo disfrutaba mucho a la hinchada. La gente de Boca es lo mejor que hay. Es el Teatro Colón. Ahora cada vez que voy y me siento en ese palco para ver a Boca es como ir a ver al Papa Francisco”, confesó Diego, que hace poco estuvo en Argentina y pudo presenciar el regreso de otro hijo pródigo del club.

El pasado 13 de julio, desde su palco, Maradona recibió a Carlos Tevez, quien, al igual que él, volvió al Xeneize luego de un exitoso paso por Europa. Diego, junto a su hija Jana, le colgó una bandera que rezaba: "Gracias Carlitos por volver. Flia. Maradona". Con micrófono en mano, el ex Juventus devolvió las gentilezas: "El más grande sos vos, gracias papi. Te amo".

"Lo amo a Carlitos. Es un pibe sin maldad, es un pibe al que hay que entender. Yo estuve con él en las malas, lo busqué por cielo y tierra a través de su representante para decirle que volviera", contó Maradona.

A diferencia suya, que estuvo parado durante 15 meses por la sanción, Carlitos llegó con una gran cantidad de partidos encima y en su mejor momento personal. Diego aseguró que "daría un brazo" por volver en esa forma. "Daría un brazo, sin ninguna duda. Me gustaría volver a tener 30 años y pegar la vuelta como le tocó a Carlitos. A mí me hubiese gustado volver así, con todas las fuerzas del mundo. Por eso digo que daría un brazo, sin dudas, por jugar en Boca con Carlitos", aseguró el Diez.

"Salvando lo que decía antes, que no volví con tanta fuerza, su vuelta se parece mucho. Me alegra que haya elegido la camiseta de sus amores. Ahora tenemos que disfrutar de él. Sólo Carlitos puede generar todo lo que pasó en la Bombonera en su regreso. Lo amo por su entrega", sostuvo Diego.

Maradona tuvo la chance de dirigir a Tevez en el seleccionado nacional y, al ser consultado por si le gustaría volver a hacerlo, fue contundente: "Obvio" y, desde Dubai, volvió a agradecerle por su regreso: "Le mando un gracias enorme por haber vuelto a vestir la camiseta de Boca".

"El hincha tiene que agradecerle siempre, porque en la Argentina va a ganar su plata, pero nada que ver con lo que hubiese agarrado en Europa. Y él (Tevez) igual decidió volver por amor al club", afirmó el Diez y añadió: "Encima no hay nadie a quien le entre mejor y al que le quede mejor la número 10 de Boca que a Carlitos... Fijate que a River se le volvió a ganar a lo Boca, con Carlitos en la cancha".

"Si en un plantel no hay unidad es muy difícil salir adelante. Con Carlitos volvió la unidad al vestuario de Boca y el club volvió a ser lo que fue", finalizó Diego, con un mimo para el Diez contemporáneo. Ilusionado por el regreso de otro hijo pródigo de la institución, como un hincha más recibiendo a su ídolo. Así, como muchos hinchas lo recibieron a él hace 20 años.

Diego - Corea del Sur 1995