En Córdoba habrá tiempo para las emociones. Desde las 21.10, Boca y San Lorenzo mañana definirán al ganador de la Supercopa Argentina en el estadio Mario Alberto Kempes. Además, la final tendrá un condimento extra: el campeón obtendrá una plaza para disputar la Copa Sudamericana 2016. Cabe destacar que este trofeo no será uno más para ambos clubes. Además de otorgar la clasificiación a un torneo internacional, el equipo que levante la copa podría obtener ese envión anímico que tanto necesita para poder despegar en este 2016, donde los resultados aún no han sido satisfactorios.

El alicaído Boca deberá enfrentar a un San Lorenzo que se presentará como un equipo difícil, pero que aún está en preparación. A la idea ofensiva que propone su nuevo entrenador, Pablo Guede, le faltan pulir algunos detalles. Si bien durante el verano se vio de a ratos lo que pretende el técnico, el equipo aún no se termina de acoplar al cambio y necesita tiempo para poder plasmar ese juego asfixiante que pregona su entrenador.

Los antecedentes de Guede lo marcaban como un técnico "suicida" por su propuesta ultra ofensiva que descuida, en cierto modo, el aspecto defensivo que tan trabajado estaba con Edgardo Bauza. Y, por lo visto hasta ahora, se puede confirmarlo. El equipo ataca constantemente al rival, pero queda endeble atrás. Y eso es un arma de doble filo contra este Boca que también sufre algunos problemas de fondo, pero que adelante tiene jugadores  de jerarquía que pueden liquidar el partido.

San Lorenzo apuntó desde el comienzo a ganar la Supercopa, el primer objetivo de su entrenador. La clasificación a un torneo internacional es una idea siempre seductora y que no puede ser descuidada. Por eso, se espera que mañana se vea la mejor faceta del Ciclón. O por lo menos, las primeras ráfagas de un fútbol promisorio.

Para el encuentro ante Boca habrán varias modificaciones con respecto a los once iniciales que enfrentaron a Patronato, por el certamen local. Lo más destacado pasa por la defensa, donde habrán dos regresos y un debut. Mientras que Julio Buffarini y Emmanuel Mas retornarán al equipo titular, Marcos Angeleri ocupará un lugar en la zaga central junto a Matías Caruzzo. Así quedará conformada la defensa titular que tiene pensada Guede para afrontar los próximos compromisos importantes y en la que trabajará para solucionar los problemas de fondo.

Por otro lado, las modificaciones restantes pasarán por la mitad de la cancha. Franco Mussis y Fernando Belluschi ingresarán por Enzo Kalinski y Leandro Romagnoli, respectivamente. Ambos habían ingresado en el complemento ante Patronato y le cambiaron la cara al equipo, que venía mostrando una pálida imagen en el primer tiempo. Con ellos, el entrenador busca que San Lorenzo tenga mejor juego y así poder tomar las riendas del encuentro.

La necesidad de ganar de Boca y San Lorenzo hará que el encuentro tenga mucho en juego. Aunque levantar un trofeo y disputar la Sudamericana sea una tentación, este enfrentamiento puede llegar a ser clave para el despegar futbolístico de ambos equipos.