Volvieron los domingos a puro fútbol en Argentina y uno de los partidos más importantes del día se daba en el Sur del Gran Buenos Aires. El vigente campeón, Lanús, recibió a Boca Juniors en la Fortaleza y el objetivo de ambos equipos era comenzar el torneo con el pie derecho. Sin embargo, obviamente, los dos no podrían cumplir con su cometido. El conjunto comandado por Jorge Almirón hizo pesar su localía y, gracias a la famosa ley del ex, pudo dejar los tres puntos en casa. Lautaro Acosta fue el encargado de vencer a Guillermo Sara en el complemento y, de esa forma, darle el triunfo a su equipo, para después irse del campo de juego, ya que el remate le causó una molestia muscular. Todo indica que el delantero sufrió un desgarro, que lo tendrá, al menos, 21 días afuera de las canchas.

La derrota preocupa en la Ribera. Pero, más allá de haber perdido tres puntos o de un mal arranque, lo que verdaderamente llama la atención son los flojos rendimientos en zonas y jugadores claves. Boca aún no encuentra su estilo y todo hace pensar que deberá buscarlo sobre la marcha.

El equipo comandado por Guillermo Barros Schelotto comenzó con bien el partido, ejerciendo presión sobre la salida del Grana y buscando salir rápido en busca del gol. Sin embargo, Lanús también tenía lo suyo y, con un mediocampo un poco más ordenado, supo controlar esa presión que ejercía el Xeneize.

La primera chance neta de gol sería para el conjunto local en los pies de Miguel Almirón, pero Sara se encargó de despejar el balón. Boca respondió a los 13 minutos, con una llegada clarísima de Darío Benedetto, quien remató suave y la defensa la sacó en la línea. Luego sería Cristian Pavón el que se perdería la chance de abrir el marcador, en su afán por buscar el segundo palo, la terminó mandando afuera.

Con el correr del tiempo, el partido se tornó impreciso, a causa de los constantes errores a la hora de definir. Sin embargo, cuando quedaban siete para que finalice el primer tiempo, Santiago Vergini bajó en el área al Laucha Acosta y Diego Abal no dudó en marcar el punto penal; pero, en lugar de amonestar al central, amonestó a Rodrigo Bentancur. Brian Montenegro fue el encargado de ejecutar la máxima pena y no pudo abrir el marcador, ya que su tiro se fue muy desvíado. Boca intentó romper el cero, sin embargo, ni Tevez ni Benedetto estuvieron finos para definir.

Ya en el complemento, Lanús comenzó a crecer, ante un rival que careció de inteligencia para crear y de certeza para definir. Para colmo, el ingreso de Marcelino Moreno le dio velocidad y frescura al ataque granate e hizo sufrir a la endeble defensa xeneize. Tal es así que el delantero estrelló un remate en el palo. Tres minutos más tarde (56'), Boca respondió con un centro rasante de Pavón, que el Pipa Benedetto no llegó a conectar.

Los minutos pasaban y el partido iba perdiendo intensidad. Sin embargo, a los 65' un desborde de Moreno, encontró a Sand, que estrelló un remate en el palo, con la suerte que el rebote favoreció a Acosta, quien convirtió y se lesionó en esa misma jugada.

En lo que restó del partido, Lanús le entregó el balón y las obligaciones a Boca, que mediante intentos individuales buscaba la igualdad. Sin embargo, el equipo de Guillermo careció de creatividad y sus intentos, nunca le llevaron un gran peligro a Monetti. Recién a falta de seis minutos, Walter Bou, casi logra el empate; pero al Xeneize le faltó el puntazo final para llevarse un punto.

De esta forma, el campeón demuestra que sigue vigente y con intenciones de volver a ser protagonista. Mientras que Boca deja en evidencia su falta de juego colectivo y su dependencia a las figuras individuales.