Gimnasia sigue acumulando empates. Aunque teniendo en cuenta que la visita a Campana era una parada complicada, el punto no viene mal. El problema es que la gente ya se cansó de varios rendimientos y encima la punta cada vez está más lejos.

El primer tiempo del conjunto de Sebastián Méndez fue de lo mejor que hizo en el torneo. Se vió un equipo sólido, presionando en todas las líneas y con llegadas al gol. El déficit estuvo en la definición, ya que ni Céliz ni Haberkorn aprovecharon sus chances. 

Dálmine parecía atónito ante el planteo del Albileceleste, pero en el segundo tiempo el conjunto violeta creció. El cansancio en los jugadores del club jujeño hizo que el Lobo cediera campo y pelota al rival, repitiendo una posición que repitió varias veces en el transcurso del actual torneo.

La segunda parte fue favorable al rival. Si hasta Soriano marcó de cabeza un golazo para La Villa, pero el árbitro cobró un foul en la jugada previa y el marcador quedó en cero.

Ahora, el Gallego Méndez tendrá una dura semana para trabajar, sabe que está en la cuerda floja y que los resultados deben llegar cuanto antes. El próximo domingo jugará el clásico ante Atlético de Tucumán: una derrota deja al Lobo sin técnico.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Juan Ignacio Botta
Comunicación Social en UBA. Un 0-0 es como un domingo sin sol