Así no, Tomba

Godoy Cruz cayó en Victoria ante Tigre en una de las últimas jugadas del local. Había alcanzado el empate pero se durmió y el Matador ganó 2-1.

Así no, Tomba
Ayoví volvió y anotó el descuento. Foto: Los Andes.
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Por Alejandro Bustos

Godoy Cruz enfrentaba a Tigre, necesitado de obtener los tres puntos y con esa premisa visitaba el dificil reducto de Victoria.

El primer tiempo comenzó estudiándose cada equipo, observando, esperando el error ajeno.  A los dos minutos de iniciado se produjo la primera ocasión de gol para el visitante, una de las pocas. Se acercó por la derecha del área de D’Angelo Leandro Fernández, tiró el centro que no pudo ser conectado por Angileri. 

En cinco minutos, un remate de Giménez hizo titubear al arquero del Matador  pero no generó demasiado peligro, se fue por arriba del travesaño.

Recién a los 23’ de la parte inicial se acercó el conjunto local, también desbordando por la derecha, zona de Burgos que tuvo los mayores inconvenientes; el pelotazo no incomodó a Rey.

Heinze no resignó durante los 45’ su idea de salir jugando desde el arco propio, tranquilo y por abajo para no recurrir al pelotazo aéreo. Se notó muy poco fútbol del capitán Fernando Zuqui y la línea de tres defensores que planteó el Gringo le generó más de un susto al salteño Esteban Burgos.

La primera polémica del encuentro se dio a los 39’. En un partido repleto de errores, Galeano cargó de atrás a Luna en un penal que bien podría haber sido cobrado pero que el árbitro Jorge Baliño desestimó.

La compensación para el local llegó apenas dos minutos después de aquella acción. En una falta inexistente de Zuqui a González en el área grande, el árbitro pitó penal y cobro amarilla para el capitán Bodeguero. No perdonó Carlos Luna, remate seco al medio del arco; voló Rey a su derecha y gol de Tigre.

Muy poco de la esperada vuelta de Ayoví, falto de ritmo futbolístico y un ausente Angileri desde los 5’; Godoy Cruz se fue al entretiempo con más dudas que certezas y esperando equilibrar el resultado durante el complemento.

Nada cambió en la segunda etapa. Aunque Godoy Cruz entró más activo, un poco más compacto y con más acción; al Expreso se le hizo cuesta arriba desde el inicio.

Llegar al gol fue difícil. La Yoya avisó a los diez con un cabezazo del que D’Angelo dio un rebote que concluyó en un córner.

A los 14’ Heinze movió la fichas y metió a Guillermo Fernández por Giménez; tratando de incorporar más movilidad con algunas individualidades del ex Atlético de Rafaela. En ese pasaje del encuentro, se vivía un partido chato, con el conjunto local teniendo la pelota y manejando los tiempos.

La siesta terminó a los 22’ con una acción que casi fue gol de Galeano. En una pelota que quedó boyando en el medio del área, el defensor tombino con un zurdazo la tiró apenas al lado del palo izquierdo. A esa altura Angileri ya era el mejor jugador del conjunto cuyano, produciendo un cambio rotundo a lo que se vio en la primera parte del encuentro. Con la entrada del Mamut Gonzalo Díaz, el equipo de Heinze se hizo más ancho y por momentos más ofensivo debido a que Jerez Silva se colocaba casi como un cuarto delantero.

Con ese carácter, desde un tiro libre nunca mejor ejecutado por Fabricio Angileri a los 37’; Ayoví metió un cabezazo inalcanzable y gol del Tomba. 1-1

Allí el conjunto de Victoria volvió a encenderse y con una ráfaga de situaciones en apenas cinco minutos, Tigre pasó al frente otra vez. Es que, desde un córner ejecutado por Lucas Wilchez a la cabeza de Santiago Izaguirre, este no perdonó y la mandó a guardar. Gol de Tigre.

Sólo quedaba tiempo para el ingreso de Kevin Mercado, quizás para brindar más ofensiva aún pero ya no había tiempo para nada. Habrá que barajar y dar nuevo, se viene San Martín y ya no existe margen de error.