Roberto Ramírez ha hecho todas sus inferiores en Godoy Cruz. El juvenil categoría 1996 tuvo anoche su gran debut bajo los tres palos en Primera División en la victoria del Tomba ante Huracán por 1-0 con gol de Maximiliano Sigales. El arquero se mostró contento al finalizar el encuentro por haber mantenido el arco en cero en un contexto tan especial como lo es cumplir el sueño de toda su vida.
"Estoy muy contento, mantener el cero en el arco te da un plus para seguir entrenando y seguir haciendo las cosas bien", comenzó diciendo. Y rápidamente sentenció: "Ahora, a disfrutar". Sin dudas, tiene mucho para festejar. Cumplió el sueño de todo pibe: jugar en primera.
Una de las 'leyes' de los arqueros reza que la primera pelota es fundamental porque da confianza. En esta ocasión, Ramírez tapó un gran remate de Montenegro que tenía destino de gol, sobre lo que apuntó: "Por suerte pude resolver bien y mantener el cero, que no es fácil".
Con respecto a su relación con la línea del fondo -Abecasis, Viera, Alvarado y Benítez- por la lógica cercanía en el campo de juego, el joven arquero se refirió al diálogo constante: "Trataba de ordenarlos, ellos tambien me ayudaron a mantener el ritmo del partido. Son grandes compañeros, tienen mucha experiencia. Me hablaban y me ayudaban, era mi primer partido y me dieron la tranquilidad que uno necesita para hacer las cosas bien".
Por otro lado, no olvidó la mención a Rodrigo Rey y Sebastián Moyano, a quienes definió como sus 'maestros', al mismo tiempo que aseguró: "Hay una competencia muy sana entre los arqueros; uno siempre apoya al que le toca jugar porque sabe que es un solo puesto que ayuda al equipo".
Párrafo aparte para el equipo en su totalidad. Una vez que el árbitro dio el pitido final, todos se acercaron a saludarlo y Ramírez confesó cuál fue el mensaje de sus compañeros: "Me alentaron a seguir así, me felicitaron; es un grupo muy unido, destaco la unión que tenemos. Cada uno deja la vida por el compañero y por ganar. Son grandes personas, principalmente".
Todo pibe sueña desde chico con jugar a la pelota profesionalmente, pero son realmente pocos lo que llegan a cumplirlo. Es por esto que significa un momento de suma emoción para quien lo logra. "Hacía mucha que esperaba este momento; llegó muy pronto pero lo que tardó en comenzar el torneo me ayudó a madurar y prepararme para entrar a la cancha. Lo viví con tranquilidad y lo disfruté", afirmó Ramírez. Y añadió: "Traté de hacer lo mejor que pude, siempre con la responsabilidad que implica estar debajo de los tres palos".
Su familia y sus amigos se hicieron presentes en el Malvinas Argentinas para apoyarlo en un momento tan importante. Y hasta desplegaron una bandera con su nombre, la cual el juvenil desconocía completamente. "La bandera me lo dijeron en el entretiempo, me sorprendieron. Vino mi familia y todos mis amigos, me mandaban mensajes mientras estaba en la concentración", comentó, y agregó: "La gente que siempre estuvo, los que me acompañaron durante todo el esfuerzo por el sueño, estaban todos acá".
Por último, se refirió a lo que significa ser jugador del club y llegar a Primera: "Uno sabe que es difícil llegar, sabe que pueden venir de otros lados, pero nada es imposible". "Cuando uno tiene un sueño y lucha tanto, las oportunidades llegan y hay que aprovecharlas", concluyó con un gran mensaje para todos aquellos que sueñan con llegar.
Gran debut de Roberto Ramírez en Godoy Cruz. Ahora, ocupará un lugar en el banco de suplentes, ya que vuelve Rodrigo Rey al arco bodeguero, tras la suspensión.