Desde VAVEL.com no proponemos contarte un poco de la vida de cada uno de los ídolos del club mendocino, y este es el turno de Nicolás Olmedo.

El Cascarudo, como así se lo conoce, es uno de los mediocampistas que mejor nivel tuvo en la historia del club. Un cinco que gran proyección, comenzó su carrera en el Tomba, surgiendo prácticamente desde las inferiores del club mendocino y debutando a los 18 años en la reserva del elenco cuyano.

Después de ese paso por el segundo equipo, fue cedido a San Martín de Tucumán donde hizo una campaña para el recuerdo, siendo parte de 25 partidos, anotando 2 dos goles y transformándose en pieza clave del mediocampo tucumano.

Al año (2005) volvió con su bolso lleno de ilusiones a estas tierras que lo vieron nacer, no sólo futbolísticamente -nació en Godoy Cruz hace 33 años-. El retorno se volvió realidad y se convirtió en la etapa más dorada de la carrera del Negro. Logró el ascenso del Expreso a la máxima categoría en el 2006 y, con descenso de por medio, se quedó a pelearla.

El Tomba consiguió de nuevo subir de categoría, tuvo su mejor performance y de la mano de Omar Asad se consagró en el equipo siendo una figura vital en el dibujo táctico del entrenador, al punto que es considerado gran artífice de la histórica campaña del Tomba y de su paso a jugar campeonatos internacionales de la talla de Libertadores y Sudamericanas.

Su gran nivel le valió el llamado a la Selección Nacional, dirigida en aquel entonces por Diego Maradona, para disputar un amistoso internacional frente a Haití con un elenco formado solo con jugadores locales.

Después, fue cedido al Barcelona de Ecuador, pero sus constantes lesiones y su bajo rendimiento le valieron el cese de contrato y el préstamo a Argentinos Juniors. Continuó su periplo por Crucero del Norte hasta recalar en Gimnasia y Esgrima de Jujuy donde actualmente juega militando la B Nacional de Argentina.

Gol de Olmedo a River