Independiente estaba encontrando un pequeño espacio de paz luego de tantos huracanes. El Rojo ya dejó atrás el descenso, el ascenso convulsionado y ahora se está acomodando en primera con dos grandes noticias: ganó el clásico y obtuvo 12 de los 18 puntos disputados, aunque no termine de convencer su forma de juego.

Por eso las aguas se estaban calmando en El Rojo de Avellaneda, pero las malas noticias volvieron. En la noche del lunes Daniel El Rolfi Montenegro fue asaltado junto a su familia en la Autopista del Oeste por unos delincuentes y estos lo llevaron a Fuerte Apache. Allí permanecieron cautivos y más tarde fueron liberados, por suerte sin ningún golpe, tras el robo de pertenencias.

Si el capitán tenía que dar otra muestra de liderazgo, volvió a Independiente cuando el equipo descendió y fue clave para que el mismo ascienda, el Rolfi nuevamente dio el ejemplo. Superó el mal trago y se presentó a entrenar este martes. El número 23 del plantel expresó tras el mismo: “Pasamos un momento difícil, pero fue una desgracia con suerte. Hemos pasado un momento complicado, pero nos trataron bien, con respeto y gracias a Dios se puede contar. Quiero agradecerles por la preocupación y decirles que todo está bien, mi familia está bien”.

En cuanto al entrenamiento de esta mañana, las intensas lluvias del lunes por la noche y las matutinas complicaron al predio de Domínico. Por eso, El Rojo se entrenó en un complejo de canchas sintéticas ubicado en Barracas, a unos 5 minutos de la sede de Mitre. El plantel hizo trabajos con pelota: en principio ejercicios por grupos y cerró con fútbol reducido. Este miércoles, si el clima lo permite, Los Diablos Rojos se volverán a entrenar en Villa Domínico pensando en el duelo del sábado como local ante Quilmes desde las 20:30.