Noche cálida y lluviosa en Avellaneda con pocos hinchas que se acercaron al estadio Libertadores de América decepcionados por lo que significó la derrota ante Boca. Independiente se media ante Newells y comenzaba tomando la iniciativa en la primera etapa con un Jesús Méndez siendo la manija desde la mitad del campo de juego. De todas formas, con el correr de los minutos el conjunto rosarino equilibro el trámite del juego.

La cuestión cambio en cuanto al desarrollo normal de un partido a los 30 minutos cuando Víctor Cuesta vio la segunda tarjeta amarilla y en consecuencia la roja. Esto motivo que Jorge Almirón hiciera uno de sus ya tradicionales y no por eso menos polémicos cambios con la salida de Sebastián Penco para que ingresara Nicolás Figal. A pesar de jugar con uno menos, el Rojo no perdió la ambición y siguió en búsqueda del gol ante su tibio rival que buscaba de contra. Casi sobre la hora, Federico Mancuello envío un centro preciso que encontró a Daniel Montenegro para que este de cabeza gritara el primero, sin embargo, el Rolfi había partido en posición adelantada y por ende el gol se vio anulado.

En el complemento todo continuó de la misma forma. Independiente yendo y aprovechando la velocidad de Pizzini, la experiencia del propio Rolfi y la gran actuación de Méndez quien era puro aporte, tanto para recuperar balones como para buscar en el ataque. Mientras tanto, La Lepra intentaba aprovechar de contragolpe los desacoples defensivos del local.

Durante gran parte de la segunda etapa, el juego se hizo de ida y vuelta con muchas llegadas para ambos equipos y con un Ruso Rodríguez que se recuperó de su error en La Bombonera y tapó en más de una ocasión de manera estupenda. También el número 23 del Rey de Copas volvió a tener una oportunidad inmejorable pero luego de eludir a Oscar Ustari definió desviado.

Justamente, luego de esta acción Jorge Almirón realizó otro cambio que generó malestar en el público al sacar a Montenegro para que ingresara Martín Benítez. Pero la actitud no cambio y cuando el juego ya contaba 80 minutos, Matías Pisano asistió de manera magnífica a Mancuello quien entró al área entre tres jugadores de Newells y definió de derecha para marcar su décimo gol en lo que va del campeonato.

Los restantes 10 minutos sólo sirvieron para que Independiente se luciera e hiciera pasar el tiempo, mientras que el equipo rosarino buscó el empate. La victoria con un hombre menos le permitió al Rojo soñar aunque sea por un par de horas con llegar con chances de campeonar hasta la última fecha ya que suma 33 puntos y se úbica a tan sólo dos del líder Racing que jugará ante Rosario Central. Despedida con sonrisa en casa, de la mano del abanderado Rojo.