“El Atalanta piensa que Germán Denis es muy importante para el equipo y para la gente. No creo que se prive fácilmente de su mejor goleador. Pienso que es difícil. Además es el capitán”. Son palabras de Giovanni Srtori, el director deportivo del equipo italiano.

Es cierto que la negociación es por demás complicada. Germán tiene contrato vigente con el Atalanta. Es el goleador indiscutido del equipo y uno de los mayores de la historia. Es el referente y capitán. Es el líder dentro y fuera de la cancha. Sin embargo, él mismo garantizó sus ansias de vestirse de Rojo nuevamente.

La traba, además de los sentimientos dirigenciales de la institución europea, es la familia. Siempre lo fue. Hace tres años, Germán celebraba un gol suyo al Inter con una K -inicial del apellido de casada de la presidente de la nación- tachada. “Si las cosas no cambian, va a ser muy difícil que vuelva”, había manifestado el delantero por esas épocas. Hoy, al parecer, cambió de opinión, pero no su familia. Una de las principales trabas.

A pesar de estas diferencias, desde la comisión directiva le manifestaron a Vavel que desembolsarían un millón de dólares para obtener el pase y darle el gusto a Marcelo Pellegrino. Es más, Pablo Moyano, hijo del presidente, sería el encargado de viajar al viejo continente para cerrar la operación.

La ilusión para la familia de Independiente sigue en pie. A pesar de la inseguridad del país y que sea casi intransferible por su importancia. El Rojo quiere volver a las épocas doradas, y para eso, necesita jugadores como Denis: un i.