Eran momentos en el cual se barajaban varios nombres. Troglio y Mohamed encabezaban la lista de aquella danza de nombres. Pero, finalmente, arribó a los pasillos de Avellaneda Mauricio Pellegrino. Justamente una semana antes, una bandera en el Libertadores de América llevaba su apellido con la premisa: “Pellegrino no”. Las palabras escritas en el telón le trajeron un sabor amargo en la boca del DT. "Me molestó la bandera, trabajaré para que esos cambien de opinión. Nosotros tenemos que jugar para ganar todos los domingos, pero hay que contextualizar el momento", expresó el entrenador en diálogo con America & Closs.

Otro de los principales temas a desarrollar, por época del año y por la pobre campaña de Independiente en los seis meses anteriores, es el de los refuerzos. "Estaban negociando con Kalinski y Ortíz, pero no se había definido nada. Abila nos gusta. Estamos viendo como hacer para comprar al menos una parte de la ficha. Uno tiene deseos, pero hay que ajustarse a la realidad". El más cercano de los tres parece ser el actual mediocampista de San Lorenzo. En tanto, con Ortiz, de Lanus, y Wanchope, actual atacante del Globo de Parque Patricios, existe una diferencia económica.

A pesar de que las caras nuevas no llegan y estar fastidioso por “las caídas de las negociaciones”, Pellegrino confía en la comisión directiva: "Están haciendo un gran esfuerzo por los refuerzos, ojalá se puedan dar. Esta dirigencia tiene muchas ganas de devolver al club a los primeros planos".