El día 27 de julio es uno muy especial para los hinchas del diablo, una fecha que titula a una hazaña que forma parte de la mística y mágica historia del Club Atlético Independiente. Mismo día, pero a mediados de los años 80´, la obtención de la séptima y última Copa Libertadores de América era motivo de alegría, fervor y devoción para la mayoritaria población de Avellaneda.

En aquel entonces, Independiente quería dar por finalizada una sequía de 8 años sin conseguir títulos internacionales,y de la mano de un símbolo emblemático del club, como lo es José Omar Pastoriza, entrenaba a un plantel plagado de estrellas que brillaron en diferentes escenarios a lo largo de la competición, un plantel que dió cátedra de fútbol representado por figuras como Bochini, Burruchaga, Barberón, Trossero, Marangoni, Villaverde, entre otros.

El 24 de junio de 1984, el rojo de Avellaneda se presentó en la ciudad de Porto Alegre, lugar en el que en esa noche dió uno de los más prestigiosos batacazos vistos en la historia del fútbol frente a Gremio. A pesar de un resultado corto de 1 a 0 a favor de Independiente -con gol de Jorge Burruchaga-, fue dicho partido una de las palizas futbolísticas más avasallantes de la historia, el fútbol desplegado por el visitante, la astucia de sus once titulares y la elegancia postrada en el campo, hicieron que un estadio de 80 mil almas los aplaudieran de pie al final de el partido en ovasión al "partido perfecto" y a la demostración del buen pasar futbolístico de aquelIndependiente. Casi un mes después, en la noche fría de Avellaneda, 
el rojo recibió al mismo rival y puso en la cancha los mismos que jugaron
 en Brasil (Goyén; Clausen, Villaverde, Trossero, Enrique; Giusti, Marangoni, Bochini; Burruchaga, Bufarini y Barberón). Ese partido del 27 de julio finalizó empate en 0, alzando a Independiente nuevamente a la gloría por su séptima y hasta ahora última Libertadores conseguida hasta el momento, pero que hasta el día de hoy lo destaca como el club con más ediciones ganadas en la historia.