Sin dudas la figura de Independiente fue el equipo, jugó uno de los mejores partidos sino el mejor desde que Mauricio Pellegrino es el director técnico, ante el actual campeón de América que en dos meses jugará la máxima compentencia a nivel clubes. 

Más allá de las bajas, River se paró en la cancha con la base del equipo titular y la histórica paternidad ante el "Rojo". Poco le importó la historia al conjunto de Avellaneda, que desde el primer minuto se mostró seguro, simple, rapido y agresivo. Todas las virtudes que ha demostrado este equipo desde que asumió Mauricio Pellegrino se vieron en el cesped del Libertadores de América.

Presión, posesión y rotación. Un equipo corto que tenía de base a Diego Rodríguez y como punta de lanza a Diego Vera. En el medio la dupla Méndez-Ortíz se dividió el trabajo a la perfección, se los vio coordinados tanto para defender y replegarse como para soltarse y atacar los espacios, algo que no venía siendo habitual. 

La saga de centrales no pasó sobresaltos, salvo alguna jugada aislada siempre controlaron bien a los delanteros rivales. Cuando pudo, Cristian Rodríguez fue el encargado de orientar los ataques, flotando en 3/4 se movió tanto por derecha como por izquierda.

Es dificil quedar con la actuación individual de algún jugador porque lo que hizo hoy Independiente colectivamente fue superlativo. En el primer tiempo pasó por arriba a River y en complento bajó un cambio pero sin ceder el protagonismo.