Sabor a bronca es la que se llevó Héctor Rivoira y sus dirigidos, por que Ramiro López, réferi de la noche, fue el que se llevó todas las miradas por su mal arbitraje. La errónea expulsión de Federico Vázquez, hizo que los jugadores se abalanzaran sobre López una vez terminado el clásico.

A los 45’ del primer tiempo, Vázquez, la última incorporación de Instituto, convirtió el primero por un error de Mauricio Arias. Los albirrojos eran ordenados, jugaban mejor y Mateo García era un dolor de cabeza para los defensores albiazules, pero las oportunidades de gol eran iguales para cada lado.

Ya en el segundo tiempo la cosa fue distinta, los de Frank Kudelka demostraron como en los últimos partidos que la mejor versión de Talleres es en el segundo tiempo.

La polémica

Federico Vázquez ya había sido amonestado y por una mano sin intención, que luego la televisión se encargó de demostrar que no hubo infracción, terminó con su expulsión y desató la ira del Chulo. Más tarde López cobra una falta inexistente y tiro libre a favor de Talleres, que termina en el fuerte cabezazo de Gonzalo Klusener para la igualdad.

Quintana y Burgos, posteriormente, sufrieron doble amarilla y la “T” se quedaba con dos menos. Al concluir el choque, los 11 de Rivoira se acercaron al juez del cotejo para reclamarle la pésima actuación. Justa igualdad pero errónea participación del árbitro.

La próxima fecha Talleres visita a Nueva Chicago en una difÍcil parada, el domingo a las 14 . Instituto por su parte, recibe a All Boys en el Monumental de Alta Córdoba tambien domingo 20 hs. 

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