Las máximas autoridades de los clubes protagonistas del clásico del Sur se habían unido en busca de un profundo e importante interés común: jugar los dos partidos con hinchas visitantes. Nicolás Russo, por el lado de Lanús, y Eduardo Spinosa, por el lado de Banfield, habían enviado una solicitud formal a la Asociación del Fútbol Argentino y a la APreViDe para lograr la respectiva autorización para los encuentros que se jugarán por la fecha 10 y 12 en el estadio Florencio Sola y Néstor Díaz Pérez, respectivamente.

El documento presentado :

Sin embargo, la Agencia de Prevención rebocó la iniciativa al resvolver que "no están dadas las condiciones para realizar el clásico con las dos hinchadas". La decisión del encargado del organismo, Alejandro Rodríguez, terminó con las aspiraciones del Taladro y del Grana de poder jugar los dos siguientes derbis con ambos públicos.

Previamente, se había reconocido que la intención de la petición era la de conseguir un ingreso extra, para ambos clubes, que los ayude a sanar algunos problemas económicos que están enfrentando. Inconvenientes que los afectan debido a las pésimas administraciones de sus dirigentes anteriores. Además, Spinosa había declarado que de ambos lados "se quería que los simpatizantes le den el colorido necesario a ese espectáculo futbolístico, manteniendo el sano folklore de la zona".

El fútbol argentino no cuenta con asistencia de afición visitante desde el Torneo Clausura 2012, y aunque durante el campeonato del año 2015 se disputaron algunos encuentros con hinchadas adversarias a modo de prueba, la iniciativa finalmente se diluyó.

Mientras tanto, el primer enfrentamiento está pautado para el próximo domingo 10 de abril a las 15:30 horas y con el arbitraje de Germán Delfino, quien también impartió justicia en el último clásico que se jugó en la Fortaleza. En aquella oportunidad el Taladro derrotó por 1 a 0 al Grana con un golazo de Mauricio Cuero.