Alfredo Grelak dio comienzo a su etapa como técnico de la Primera de Quilmes, de la peor manera. Es que el resultado final es justo, ya que el conjunto de Nuñez fue ampliamente superior pese a algunos tramos del encuentro.
El encuentro, que tuvo que cambiar de día por las intensas lluvias del domingo, empezó muy parejo para ambos equipos. Pero para destrabar un partido tan disputado como el que se vio en el Monumental, la vía del penal fue la solución. Es que una gran jugada de Lucas Alario por izquierda, provocó una infantil falta de Adrián Calello en el área de Walter Benítez. Pese a que el Mudo le atajó el primer intentó a Rodrigo Mora, este se había adelantado y Fernando Rapallini ordenó que vuelva a repetir. En la segunda oportunidad, el uruguayo no volvió a fallar y puso en ventaja al Millo.
Los del Cervecero no se quedaron atrás y fueron en busca de la igualdad que consiguieron en los pies del Chirola Romero. Todo era alegría en el banco de Grelak, que pudo ser más, pero Trapito Barovero volvió a vestirse de héroe tras ahogarle el grito a Leonel Bontempo.
A falta de unos minutos para el cierre del primer tiempo, el Pity Martínez sacó un bombazo desde fuera del área y rompió todos los pronósticos hasta ese entonces.
En el arranque del segundo tiempo, River fue ampliamente superior y lo reflejó en el resultado. Martínez, Mora, y Alario pusieron cifras definitivas a este encuentro que marcó el comienzo del torneo de Transición, en donde el Chapu Braña se fue expulsado a los 57 minutos. Eso condicionó notablemente el desarrollo del partido.
El Cervecero deberá mejorar notablemente para poder empezar a sumar en este campeonato, y parecerse a aquel equipo del Colorado Sava del torneo pasado.