“Trabajólico”, dijo Hugo Tocalli alguna vez cuando le pidieron definir la forma de trabajo de Alfredo Grelak. El ex jugador comenzó su carrera con los pantalones largos en las inferiores de Quilmes, club donde vivió la mayoría de su vida como futbolista. Rápidamente, sus formas de trabajo, aunque poco conocidas ya que no es partidario de los entrenamientos a puertas abiertas, empezaron a llamar la atención de observadores alrededor del continente. Gran estratega del fútbol, obsesivo con la pelota parada y capaz de repetir una jugada mil veces hasta darse por satisfecho de que su punto había sido explicado.

Su gran nivel como director técnico con los pibes de Quilmes lo llevó a dirigir a nivel internacional y a nivel de selecciones juveniles, aunque no con mucho éxito. Tuvo a su cargo la selección sub 20 de Uruguay y la selección sub 17 de Chile. A pesar de no obtener grandes resultados si volvió con gran experiencia para fortalecer su trabajo. Esta será su segunda experiencia como director técnico de Quilmes, aunque las dos fueron durante el 2016 y solo durante un mes y medio fue reemplazado en su cargo. Un equipo diezmado por problemas de todo tipo, mayormente financieros, aunque la nueva comisión confía en poder cambiar la situación.

Con 44 años, Grelak tiene todo para convertirse en un gran técnico. ¿Podrá plasmarlo en este Quilmes, que a pesar de sus problemas cuenta con un plantel totalmente nuevo? Diecisiete incorporaciones, diecisiete chicos que desean la gloria con un DT que compara al fútbol con el ajedrez. El campeonato, luego de miles de problemas con la Comisión Regularizadora a cargo de AFA, espera a la vuelta de la esquina. 

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