Ganar o ganar, esa era la consigna. Racing necesitaba los tres puntos para esperar por una no victoria de River y respirar tranquilos, sabiéndose a dos puntos de la punta. Pero eso no sucedió.
Olimpo, último en la tabla de posiciones del Torneo Transición 2014, le dio pelea y hasta pudo ganarle el encuentro, que terminó con empate en uno.
El primer gol del partido llegó sobre el final de un primer tiempo que fue todo de Racing. El equipo de Diego Cocca dominó durante los primeros 45 minutos sin discusión alguna, teniendo incluso dos mano a mano no aprovechados por sus delanteros principales, Diego Milito y Gabriel Hauche, quien jugó en lugar del goleador del equipo, Gustavo Bou.
El tanto se concretó en el minuto 41, tras un tiro libre muy inteligente del arquero Sebastián Saja, que envió un centro raso en dirección de Milito. El Príncipe, sin embargo, aguanto la marca del defensa y dejó pasar la pelota para que se le lleva Hauche, quien, tras dejar a Nereo Champagne desparramado, definió con el arco vacío.
Con el 0-1 Racing se iba al descanso tranquilo, con la impresión que el segundo tiempo sería un trámite, teniendo en cuenta el poco poder de fuego del aurinegro.
Pero no podían estar más equivocados. Los de Walter Perazzo salieron a buscar el empate con todo. Y lo consiguieron bien temprano: a los dos minutos llega el centro a la cabeza de Juan Ignacio Sills, que baja la pelota al centro del arco de Saja, dejándola picando frente a la línea, para que Juan Cobo grite el empate.
Olimpo se hizo dueño de la pelota y el partido, sometiendo a un Racing sorprendido, golpeado. Sin embargo, la intensidad en ofensiva del local se apagó justo cuando debía encenderse.
A los 17 Leandro Grimi vio la segunda tarjeta amarilla y, por consiguiente, la roja. Polémico, pero real. El lateral izquierdo quiso tomar la pelota en mitad de cancha y no se dio cuenta que arremetía un rival, a quien terminó bajando sin intención. El árbitro entendió que la infracción merecía cartulina y, así, la visita quedaba con 10.
A partir de ese momento el encuentro cayó en un pozo del que no pudo salir, con los locales metidos en su campo y con un único punta buscando el contraataque y Racing buscando la victoria, pero sin ideas.
Así transcurrieron los 30 minutos que culminaron con el empate y enterraron las ilusiones de un Racing que, si mañana gana Boca, podría descender un puesto en la tabla. Extraño, siendo que llegó con la ilusión de quedar a dos puntos de la punta.