Se acabaron las vacaciones felices para River. La Academia lo devolvió a la escuela de fútbol. El "Súpercampeón" ya no es el mismo de antes. Se venía anticipando que no iba a aguantar el ritmo de jugar tres competencias simultáneas con un plantel no tan amplio. Primero llegó la eliminación de la Copa Argentina. Nada de qué preocuparse, siendo un torneo para el que el técnico Marcelo Gallardo apostó a los suplentes, quedando eliminados por tiros desde el punto de penal contra Rosario Central. Nada qué temer, aún conservaban el invicto.

Boyé, Driussi, Simeone, Sánchez y hasta Funes Mori jugaban a gran nivel, todos jugadores desconocidos o de poca proyección. Esta situación se dio no solo por el empujón anímico del campeonato conseguido por Ramón, tampoco por el poder motivador del Muñeco, sino por otra razón también anímica, que es en parte la suma de esto. El equipo, básicamente, andaba bien. Simple como eso. El invicto, el título, todo sumaba a un empujón anímico inquebrantable.

Pero no se puede ganar sólo con la cabeza. El desgaste físico empezó a jugarle en contra a la Banda. De un equipo a puro toque, presión y mucho gol, a otro que cuida la pelota, empieza perdiendo y empata seguido. Igualar el récord de invicto del amateurismo riverplatense se convirtió en la principal meta del Millonario y, cuando lo consiguió, fue un alivio, que conllevó a relajación.

Todo esto se vio reflejado en el partido de hoy. Gallardo, inteligente como es, apuesta más a la Copa Sudamericana que al bicampeonato. Sabe el técnico que una victoria contra Boca, o empatar y dejarlo eliminado, sería un empujón anímico incomparable, clave para la recta final del torneo. Por eso, reservó a los habituales titulares para la revancha en el Monumental y paró un equipo alternativo para este partido trascendental, dejando solo el arquero Barovero y el central Funes Mori como los titulares presentes. La intención del DT era clara: aguantar el partido, rescatar aunque sea un empate, eliminar a Boca y enfrentar la recta final con todo.

Sin embargo, la apuesta le salió mal. River perdió el partido, se bajó de la punta, se le complica el final del torneo y ahora debe enfrentar a Boca con un plantel más golpeado todavía. Para peor, la zaga tan avalada por propios y extraños ya no es la misma: un error de Funes Mori contra Estudiantes en Sudamericana, uno de Barovero contra el mismo equipo en la derrota por el local y otros dos del mismo Mellizo, contra Olimpo en el último empate y hoy, con el gol en contra que significó la derrota.

River pecó de ambicioso. En el partido de hoy, los suplentes no supieron responder ante la presión de mantener con vida a un equipo que apostó a todo, pero puede quedarse sin nada. Racing, por su parte, armó el partido como lo venía haciendo en los últimos. Atacar poco, pero mantener la pelota, buscar el hueco, jugar con la velocidad de Ricardo Centurión, la potencia de Gustavo Bou y la calidad infinita de Diego Milito, uno que volvió para ser campeón y puede conseguirlo.

A los 15 minutos del primer tiempo llegó el gol de la victoria. Gastón Díaz, el incansable asistidor del conjunto de Diego Cocca, probó el centro en dos oportunidades. La primera, rebotó en el pie de Urribarri, pero la segunda llegó al punto penal. Tras rebotar en dos hombres de River, la pelota le cayó a Milito, que remató al cuerpo de Barovero. El rebote dio en Funes Mori, que no llegó a sacar un balón que cruzó la línea de meta e hizo estallar un Cilindro que no daba más.

Con pocos recursos, nervioso, falto de ideas y de un líder, la visita no podía dar vuelta la historia. Por eso, Gallardo envió a la cancha al histórico delantero de River, uno de los más queridos por la gente, Fernando Cavenaghi, quien no jugaba desde la Súperfinal con San Lorenzo por una lesión en un dedo del pie derecho. Sin embargo, la experiencia del Gordo no bastó para ayudar a un equipo sin alma. River cayó por 1-0 y puede despedirse del campeonato. Hace unos meses, todos ponían a la Nueva Máquina de River como candidato a ganar el Torneo Transición, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina. Hoy, eliminado de esta última, a dos puntos de la punta en el transición y en Semifinales de copa por enfrentar a Boca Juniors, pocos apuestan a más de un torneo. Solo el tiempo dirá qué espera a este equipo. 

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