Mucho se habló sobre este partido. Que titulares, que suplentes, que mejor un mix, que hay que priorizar el partido por la Copa... Pero la decisión final la tenía Cocca.

Fiel a su "partido a partido", el DT decidió no pensar en Guaraní y puso lo mejor que tenía para enfrentar a Independiente y sacarse esa espinita que le quedó del año pasado. Y funcionó.

Racing hizo todo lo que se debe en un partido de gran importancia. La defensa estuvo bien parada en todo momento, la dupla Videla-Aued  se mostró fuerte en el mediocampo, Acuña supo hacer lo suyo por la banda izquierda, crearon situaciones  y los delanteros supieron mostrarse peligrosos todo el tiempo.

Sin embargo, y a pesar de todas las chances, el gol no llegó de la mano de una jugada propia, sinó de un penal que le provocó Cuesta a Acuña, y que Milito cambió por gol.

En el arco, Saja fue impenetrable, tapando todas las pelotas de los rivales. Aunque en la otra punta del campo, Rodriguez también fue una seguridad para Independiente. A pesar de los intentos de Milito, Bou, Albertengo y demás, los dos arqueros hicieron bien su trabajo.

En el segundo tiempo, el Rojo se despertó y Racing comenzó a encerrarse en su campo, aprovechando el resultado a favor y apostando (como lo viene haciendo) a defender y atacar con el contragolpe. Un método que le funcionó, aunque le contó convertir.