"Sentimos mucha tristeza". Esas tres simples palabras resumen, en la voz de un ídolo como Diego Milito, lo que atraviesa el mundo de Racing Club en este momento. Tras tropezar en Paraguay, cayendo por 1-0 con Guaraní, había llegado el momento de la revancha, en el Cilindro y con su gente. Sin embargo, la historia no tuvo final feliz.

El comienzo era alentador para la Academia. Una pelota mal defendida dejaba mano a mano a Gustavo Bou con Alfredo Aguilar, pero el arquero evitó el tanto. Ezequiel Videla, de afuera del área, hizo esforzar una vez más al guardavalla y un tiro libre de Marcos Acuña no logró incomodar al paraguayo. Por su parte, Guaraní recién tuvo si primer chance clara a los 45, en la última jugada del primer tiempo, y no podía ser mejor: penal a favor.

Racing quiso salir jugando desde el fondo de la cancha, pero la presión de Marcelo Palau hizo que Leandro Grimi quisiera pasar la pelota a su arquero, Sebastián Saja. El toque fue corto, el balón quedó a mitad de camino y Palau se iba para el gol tras el achique del Chino Saja, pero el experimentado arquero entendió que lo mejor era derribar al rival y esperar un poco de suerte, pero no fue tan así. El árbitro estaba bien ubicado y, respaldado por el juez de línea, marcó la pena y expulsó al ex San Lorenzo y Gremio, entre otros.

Inmediatamente, como suele pasar en estos casos, se esperó al ingreso de Nelson Ibáñez por Marcos Acuña, que pagó los platos rotos, y tuvo la gran responsabilidad de evitra un gol en contra que dejaría la serie muy complicada y al equipo de Avellaneda con la obligación de marcar tres tantos. Por suerte para el conjunto argentino, el arquero de 33 años  adivinó la dirección del remate, lo detuvo e hizo estallar el Juan Domingo Perón. 

La segunda mitad fue aún menos intensa que la primera. Racing tenía la intención de atacar para ganar el partido y forzar, aunque sea, el alargue, pero con un hombre menos todo se complica. Por su parte, Guaraní aprovechaba bien la superioridad numérica y los nervios ajenos para mantener su valla en cero y buscar golpear con algún contraataque.

Pasaron los minutos y, a pesar de alguna ocasión con Diego Milito la Pantera Bou, el marcador no se movió, el árbitro uruguayo Andrés Cunha pitó el final y las esperanzas de un nuevo título internacional se agotaron para el primer Campeón Mundial argentino.

Ahora, los de Diego Cocca pensarán en terminar de la mejor forma esta primera parte del torneo Julio Humberto Grondona y avanzar a los 16° de final en la Copa Argentina. Por su parte, a Guaraní se le viene un partido que quita el sueño a cualquiera: las semifinales contra River Plate.

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