Si bien desde el inicio del partido se notaba un Racing más defensivo de lo habitual, el planteo estaba claro. Presionar cuando se pueda, principalmente en la salida del arco de Independiente, y sino esperar a partir de mitad de cancha cubriendo los espacios libres con diez jugadores por detrás de la pelota y dejando en soledad a Gustavo Bou para que luche con los defensores del Rojo, apenas ayudado por el paraguayo Oscar Romero.

El Diablo buscaba más el primer gol encuentro, empujado por su público principalmente, pero chocaba ante una defensa sólida de la Acadé, de Iván Pillud, Nicolás Sánchez, Luciano Lollo y Leandro Grimi, que fueron una muralla para el ataque de Independiente que no podía encontrar los caminos con el Cebolla Rodriguez, Martín Benítez y Diego Vera.

El partido claramente estaba planteado para que Independiente haga el desgaste de atacar a Racing y el equipo de Diego Cocca improvisar una contra frente a una defensa lenta de su rival. Y el planteo al ex DT de Defensa y Justicia le resultó. Luego de un pelotazo de Sebastián Saja, Óscar Romero peinó la pelota y apareció el jugador más importante de Racing en el año, Gustavo Bou, que luchó la pelota primero frente a Pellerano, giró, quedó mano a mano con Cuesta, le tiro un caño y definió ante el Ruso Rodríguez que nada pudo hacer ante el disparo cruzado del goleador. El plan de juego daba su resultado, poner a Bou en medio de los dos centrales del Rojo terminaba con una ventaja para el blanquiceleste.

Apenas cuatro minutos después apareció Óscar Romero, que dos minutos antes le había dicho a Cocca que espere un poco más para sacarlo de la cancha por su lesión en el tobillo derecho, que con un exquisito disparo que se coló por el palo izquierdo le daba el 2 a 0 a Racing con el que podía irse tranquilo al entretiempo. Una ráfaga.

En el segundo tiempo las ideas no cambiaron. Racing siguió con su planteo pero no conto con chances. Mientras que Independiente, luego de la expulsión de Diego Rodríguez por un planchazo a Bou a los cinco minutos del segundo tiempo, siguió insistiendo con más empuje que con ideas. Inquietó el arco de Saja que sólo tuvo que sacar dos pelotas que le llevaron peligro.

Cocca tuvo un planteo perfecto y Pellegrino no le encontró el rumbo. Ahora tendrá que mantener el gran porcentaje que tuvo en condición de local a la hora de recibir a su rival por la vuelta de la Liguilla el próximo domingo.