Una cuenta pendiente, una revancha o la espina en el ojo, se lo puede llamar de mil maneras. Pero eso tenÍa este plantel con Independiente, sobre todo Gustavo Bou, alguien que solo pudo convertirle un gol (no oficial, en el verano, por la Copa Ciudad de Avellaneda) y que todavía estaba dolido por la fuerte derrota en la fecha 24, quizás uno de los peores partidos que haya tenido de junio de 2014 a esta parte.

El partido, por como se planteaba (con el discutido esquema de Diego Cocca), parecía que iba a dejar a Bou como un lobo solitario arriba...el 7, iba a estar al acecho. Disputó todas las pelotas que venian del fondo académico, se mató entre los centrales de Independiente. Y tanta pelea tuvo su recompensa. 

Pelotazo de Saja, la peina Acuña para que la reciba "La Pantera" y de media vuelta, sacándose un defensor  de encima, tirándole un caño a otro y definiendo de derecha, para que la pelota termine dentro del arco que defendía Rodriguez. Y que estalle...el silencio. Solo se escuchó el rugido de la Pantera y el banco de los suplentes, abrazo de por medio con "Disco" por algunas palabras que se habían dicho en la concentración la noche anterior.

Minutos después del gol hay una delicia del delantero, en mitad de cancha la pisa y se la cede a Romero, una gran acción en un marco realmente complicado. 

En el segundo tiempo, con Racing un poco más refugiado, tuvo pocas intervenciones pero que fueron cruciales. Casi asiste a Acuña para el tercero en una contra, pero el "Huevo" llegó tarde y el centro, quizás, fue un poco fuerte. La otra intervención crucial que tuvo, fue apenas iniciado el complemento, cuando el "bombardero de Concordia" recibió un planchazo del "Torito" Rodriguez y este último se fue expulsado. 

Los últimos minutos fueron solo aguantar cada pelota, porque el 7 estaba agotado, extenuado fisicamente. Para el resto del partido no incidió mucho. Pero dejó una frase que quedará en la historia para siempre, "Quería saber qué se siente hacer un gol y callar un estadio", fuerte y picante, como en la cancha.

Se había ganado un lugar en el corazón del hincha por el titulo, ayer, lo terminó de comprar por esta gran actuación en cancha rival y para cortar esa maldita racha de años sin poder ganar ahí, por eso, la pantera rugió fuerte.