Agustín Orion (4): Tuvo un debut no deseado en el arco de Racing. Se le escapó la pelota en el centro de Palacios, lo que le otorgó la ventaja inicial a Talleres. No tuvo mayor participación en el resto del partido.
Gastón Díaz (5): Cuando dejó de pensar en la marca de su sector, logró un rendimiento aceptable.
Nicolás Sanchez (5): Abusó del pelotazo en reiteradas ocasiones. Firme en el juego aéreo.
Sergio Vittor (6,5): Jugó el mejor partido desde que arribó al club. Siempre intentó salir jugando y cuando pudo, rompia lineas para ser sorpresa.
Leandro Grimi (7): Aunque tuvo algún contratiempo con Sebastián Palacios, realizó un gran partido. Luchó cada pelota como si fuera la última.
Ezequiel Videla (5): Cuando el equipo se lanzaba en ataque, quedaba muy solo batallando en la mitad de la cancha. En el segundo tiempo, levantó el nivel.
Luciano Aued (4,5): No hizo pie en el primer tiempo, estuvó erratico en sus pases. Luego, junto a Videla, pudieron acomodarse en la zona central de la mitad del campo.
Santiago Rosales (5): En su debut, le costó dominar la pelota debido al mal estado de la cancha. Luego, ya asentado, dio muestras de su habilidad con sus desbordes.
Óscar Romero (4): Desconocido. El equipo siente mucho su ausencia. Fue sustituido por Lautaro Martinez en el segundo tiempo.
Marcos Acuña (8): Hizo el gol del empate de tiro libre. Firme en la marca y muy inteligente con la pelota en pies, aguantando con su cuerpo la marca pegajosa de los jugadores cordobeses. La figura del partido.
Lisandro López (7): El capitán dio muestras de su jerarquía aguantando la pelota y girando para ambos lados buscando darle el mejor destino a la pelota. La única clara que tuvo la tiro apenas por encima del travesaño ante el achique del arquero visitante.
Ingresaron:
Lautaro Martínez (5): Logró conectar con Lisandro una pared, que luego el experimentado delantero dilapidó. Estuvo rápido y pide más minutos.
Brian Mansilla (5): Entró para darle frescura al equipo por la banda izquierda, aunque fue repetitivo en sus fintas. Quiere ganarse un lugar en la consideración del técnico.