El 2014 está siendo un gran año en la vida de Núñez. Tras ganar dos de los tres Superclásicos en el verano, River se consagró campeon del Torneo Final, poniendo fin a seis años de sequías de títulos, y a su vez conquistó la Copa Campeonato y la clasiificación a la Sudamericana, todo con Ramón Díaz. Ahora, bajo la batuta de Marcelo Gallardo, el Millonario avanzó a cuartos de final de la Copa Argentina y arrancó con buen pie en el Torneo de Transición (y sigue invicto).

Sin embargo, los buenos resultados derivan en una mayor cantidad de compromisos en poco tiempo, y eso exige un recambio constante y un desgaste mucho mayor. El Muñeco salió airoso a sus primeras dos semanas oficiales al mando, con los triunfos por penales ante Ferro y Colón, así como el buen arranque en el campeonato, ante Gimnasia (1-1) y Central (2-0), pero hay que seguir y en las próximas cuatro semanas habrán un partido cada tres días.

Mañana, la Banda visitará al Tomba en el Malvinas Argentinas de Mendoza, tras 90´exigentes en San Luis ante el Sabalero. Si bien en ese partido jugaron mayoría de suplentes, hay jugadores que llevan un trajín considerable, como Teo Gutiérrez, Ramiro Funes Mori y Gabriel Mercado, quienes jugarán su tercer partido consecutivo en una semana. Eso supone que en River no hay jugadores de sobra.

River jugará un encuentro cada tres días de acá a un mes.

Tras el choque ante Godoy Cruz, el plantel regresará a Buenos Aires y ya el miércoles 27 se las verá ante Defensa y Justicia, en el Monumental, por la 4° fecha del Torneo de Transición. En la 5° visitará en el Nuevo Gasómetro a San Lorenzo (domingo 31) y tras el clásico Gallardo ya deberá pensar en la Copa Sudamericana, el objetivo más importante del semestre, y enfrente estará otra vez el Tomba, y otro viaje: la ida será en Mendoza el miércoles 3 de septiembre: más viajes al Interior y otra rotación.

Luego del duelo copero, River volverá a Núñez para medirse ante Tigre, el domingo 7/9 por la 6° del Transición. Tres días más tarde, la vuelta de la Sudameriana ante Godoy Cruz en casa. El día 14/9, que cae domingo, será el turno de ir a Sarandí para enfrentar a Arsenal y no perder pisada en el torneo, y luego llegarán Independiente en el Monumental, Lanús en el Sur y el Superclásico ante Boca en Núñez, todos por el campeonato local, los días 21, 24 y 29 respectivamente. Hay que considerar que en caso que River avance a octavos de la Sudamericana, jugará los días 18 y 25 de septiembre, lo que ajustaría aún más a la agenda.

La cuestión es la siguiente: ¿hay equipo para mantenerse en pie en los tres frentes, antes de sentir el lógico desgaste que exigen los viajes, entrenamientos y partidos? La frase de "un jugador profesional puede jugar tres partidos en una semana" se puede aplicar perfectamente, no obstante en estos últimos tiempos el principal enemigo de los entrenadores son las lesiones, y una seguidilla de tal magnitud puede derivar en perder jugadores valiosos para cumplir los objetivos.

El desgaste se puede sentir a partir de ahora. La rotación será esencial, aunque no haya mucho recambio.

En el invierno, River solo incorporó a Julio Chiarini y Leonardo Pisculichi, y ambos son piezas importantísimas, ya que el arquero tuvo que suplantar a Marcelo Barovero en tres partidos y fue el héroe ante Colón (atajó dos penales), mientras que el delantero jugó en los cuatro encuentros oficiales del semestre, marcó un gol, dio una asitencia y anotó sus respectivos remates en las series de penales de Copa Argentina. Además, el DT debió apelar a los juveniles, cuestión que ya se veía venir en la previa. Un mercado de pases con muchos éxodos y pocos refuerzos.

El Millonario deberá mantener su equilibrio en los certámenes que lo tienen como protagonista, dejar una buena imagen y continuar con el exitoso 2014, aguantando la carga. Arreglarse con lo que hay, el desafío del cuerpo técnico. Llegar a 2015 y pensar de lleno en la Copa Libertadores con otro título en las vitrinas, la meta y el sueño.