El domingo, el Monumental será anfitrión de un clásico histórico, de alto impacto, entre el primero y el segundo. El Millonario está en una luna de miel numérica: 12 victorias consecutivas en el Monumental, 7 victorias en hilera, 18 partidos invicto (contando el Final pasado, final de la Copa Campeonato, Copa Argentina, Torneo de Transición y Sudamericana), solo dos goles en contra en los últimos 13 encuentros oficiales y 905 minutos con la valla invicta de Marcelo Barovero atajando en el Antonio Vespucio Liberti.

De todos modos, antes de eso, el puntero e invicto del certamen se las deberá ver contra Independiente, conjunto que dirige Jorge Almirón, que es escolta a una unidad del Millonario, con 15 puntos (al igual que Newell´s) y un triunfo lo dejaría puntero, aunque hay que recordar que River tiene pendiente su choque ante Arsenal de Sarandí.

El Rojo, que viene de sufrir más de la cuenta por el ascenso a Primera División, tuvo un gran arranque, goleando 3-0 a Atlético Rafaela en el Libertadores de América. Luego, cayó 1-0 ante Estudiantes, perdió estrepitosamente 4-0 ante Vélez como local, se repuso en Bahía Blanca ganando 2-1 a Olimpo, más tarde triunfo en el clásico ante Racing (2-1), el 1-0 a Banfield en el Florencio Solá y el último 5-3 ante Quilmes, en un encuentro vibrante y cambiante.

Los números de Independiente son altamente llamativos: en siete partidos, dos derrotas y cinco triunfos, cuatro consecutivos. Lleva 13 goles a favor en el campeonato, y solo River lo supera (con 15 tantos), pero como contrapartida su valla fue vencida en 10 ocasiones (Quilmes, con 14 goles en contra, es el más vulnerado hasta el momento). Un equipo goleador y goleado, que refleja su forma de jugar: arriesgada, pensando en tomar la inciativa pero descuidando notablemente su defensa.

Otro detalle: el máximo artillero del Diablo es un volante centra, Federico Mancuello, que lleva cinco conquistas en el torneo (Rafaela, Olimpo, Racing, Banfield y Quilmes, sus víctimas) y está a uno del más goleador, que también es de River: Teófilo Gutiérrez.

A su vez, otro condimento que caracteriza al entonado conjunto de Avellaneda: de los cinco partidos que ganó en el Torneo de Transición, en tres comenzó perdiendo y pudo remontar el resultado. Primero, Olimpo abría la cuenta en Bahía, en los minutos finaled, impidiendo la tercera derrota consecutiva (el Rojo venía de tropezar ante el pincha y el Fortín). Luego, en el clásico, Diego Milito anotaba primero para la Academia y en una ráfaga Penco y Mancuello revirtieron el marcador. Triunfo clave en lo anímico. Por último, la fecha pasada Brian Sarmiento ponía el 1-0 para el Cervecero, pero Independiente lo dio vuelta, se puso 3-1, Quilmes lo empató y en tiempo recuperado otro torbellino mortal le puso forma al 5-3 final.

Almirón, que tomó al equipo tras la abrupta salida de Omar de Felippe, comenzó el certamen con altibajos y con cambios polémicos, como poner de suplente a Matías Pisano y Daniel Montengro, sin embargo, su técnica da frutos. Y a pesar que en Antonio Vespucio Liberti el Rojo solo pudo ganar dos veces desde la implementación de torneos cortos, irá golpe por golpe al Monumental para ganar y prenderse a lo más alto, para bajar el invicto de River y de Gallardo.